Botella perfectamente lacrada y alambrada, con un nivel muy alto y el corcho en perfectas condiciones, apenas humedecido hasta la mitad. Ha salido de una pieza. De color oro viejo, muy intenso, limpio aunque con una gran cantidad de precipitado cristalizado, fino y adherido a la base de la botella. Fuerte sensación de grosor, oleoso, mostrando lágrimas densas, permanentes. Poco brillo, mate. Tímidos reflejos ambarinos y cobrizos.
Potente, directo, profundo, complejo, extremadamente serio y bien definido. Arranca con notas térreas y especiados, polvorilla, y unas primeras sensaciones minerales, casi ferruginosas, que se entremezclan con apuntes de mayor madurez a yema tostada, mazapán y un rastro de vainilla muy fina de fondo. Va sacando aromas de repostería reforzado por detalles anisados, laurel, limón en salmuera, y un elegante punto reductivo a tinos envinados, maderas lujosas, cedro, lacas... Excelente, con muchísima clase. Su aparente intensidad está matizada por un sinfín de detalles que no paran de aportar nuevos matices.
En boca tiene esa textura almibarada y acídula de los viejos Tondonia. Grave, medido pulgada a pulgada, entallado en pequeñas piezas que encajan todas a la perfección; y a ella se acerca hasta rozarla. Es de una integridad absoluta, sin abundancias, nada redundante, sin aristas, circunvalado por una acidez en forma de nuez que lo oprime todo al mínimo necesario simulando una falsa simpleza. Un extraordinario blanco de añada casi inédito del que se cuentan unas pocas botellas y que no habíamos tenido la oportunidad de probar hasta el momento. Se ha mostrado repleto de detalles y en un momento de plenitud absoluto. Se podría situar a medio camino entre la potencia del 64 y la exigencia y misterio del 57. Te deja sin palabras.
Más información del vino: http://vinosclasicos.blogspot.com.es/2016/01/vina-tondonia-1961-blanco-gran-reserva.html
Helios, por lo que he leído, los tondonias viejos siempre tienen a mostrar matices dulzones (mieles y almibarados)... Evidentemente, son vinos de tomar "a pelo", dándoles todo el protagonismo en solitario. Mas, pónte que lo combinas en una comida, ¿Dónde lo metes?; de inicio? en mitad acompañando una carne suave o un pescado serio? de final, con el postre? Y lo mismo me pasa con los Ygays blancos. Qué hacer?, pues sólo tengo 3/4 botellas, pero son de 1ª linea, y no es cuestión de no acertar al ponerla donde se debe.
Quizá una buena solución sería abrir de inicio y colocarlo donde corresponda?
Saludotes!!
Eso siempre es complicado por que cada cual tiene sus gustos. Yo creo que estos blancos tienen autoridad suficiente como para cumplir en todo momento, de principio a fín. En todo caso se trata de un vino escaso de manera que hay que tratarlo con deferencia y ponerlo en primer plano. Yo probaría con algún peso pesado al horno, una lubina salvaje o besugo, con sus jugos, y una salsa espectacular tipo picada catalana, con mucha almendra. Lo que seguro que no falla es la legumbre: lentejas, por supuesto!!! Un saludo.
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