Comida familiar un domingo con dos niños pequeños. Comedor principal un poco pequeño, mesas algo juntas, decoración clásica. Personal muy agradable.
Buena materia prima, entradas croquetas de bacalao (muy ricas) y pastel de cabracho (bastante aceptable) con raciones de tamaño medio tirando a escaso. De segundos la mayoría optamos por bacalao al pil pil (en su punto y ración en cazuela de tamaño adecuado) que gustó a la mayoría.
Tarta de manzana con pedido anticipado muy buena. Precio adecuados. Buen detalle con un riquísimo hojaldre junto con los cafés. Salimos satisfechos. Pedimos una sola botella de Finca la Colina (verdejo) a 19 euros en copas aceptables.
Precio: unos 40 euros por persona.

Precedidos todos de fama. Tengo prisa asi que voy a cogollos con bonito (magnífico bonito), de 7. tronco de merluza a la donostiarra. Fresca, buena, de 7,5. Agua sin gas esta vez. No pido pan, pero me lo cobran (siempre igual, si quieren por servicio, que pongan servicio-sin pan-). Sale caro. Maitre amable. Rapidez en sala. Mesas algo apretadas. Algunos camareros llgan tarde al turno.

Típico restaurante vasco. Decoración clásica, menaje regular. Lo peor de todo el jaleo y unas mesas excesivamente juntas que impiden disfrutar adecuadamente de la comida. El servicio atento, en cuanto al vino servicio correcto y lo esperable: carta muy clásica con predominio de los Riojas "clásicos". La comida es buena, eso sí raciones muy escasas, muy bueno el pato azul con compota de higos, muy bueno un solomillo en hojaldre con foie, peor nivel en los pescados y mejor los postres, en especial los caseros y clásicos. Precio aproximado para cinco personas con tres entrantes, un segundo para cada uno, un postre y dosbotellas de vino Melquior Crianza 2004, 45 euros por persona.

Se trata de un restaurante que conocí hace 7 años al que desde entonces no he dejado de acudir. En mi opinión, la relación calidad-precio de este local es difícilmente superable. No es un restaurante de lujo, pero la comida es exquisita. La materia prima es muy buena y, a diferencia de otros vascos, se encuentra mucho más elaborada. Destaca el pastel de cabracho, las croquestas de bacalao, los chipirones encebollados...Carnes y pecados muy bien elaborados y acompañados de salsas/rellenos/guarniciones muy oportunas. Los postres no desmerecen al resto (variados, originales y estupendos-impresionante el tocinilllo de cielo-). El servicio es muy atento y amable (maitres muy profesionales). El servios del vino es correcto. El ambiente es familiar. Se echa en falta más separación entre mesas.

Un restaurante de cocina vasca de corte muy clásico, tanto en su cocina como en su decoración y bodega pero que siempre consigue satisfacer plenamente a sus clientes. Por eso, siempre está lleno. Las croquetas de bacalao, los hongos en temporada, su verdura, su buen punto con el pescado y las carnes... y fuera de la carta, un excepcional steak tartar son algunas de sus razones. En los postres, sobresale su tarta de manzana que se pide con antelación. La carta de vinos con buenos precios podía ser mas atrevida. Menaje mejorable. Servicio atento. Restaurante bastante bullicioso con mesas muy pegadas pero que merece la pena, sin duda, visitar. En Madrid hay otros asadores que tiene mas fama pero no tanta calidad.

Raciones escasas, local pasable, con las mesas muy juntas y mucho follón, comida correcta pero que no entusiasma y precios caros. El servicio también pasable...
Sinceramente creo que no merece otra visita.
Saludos,

Restaurante frecuentado ultimamente con excelente materia prima y buen servicio.Buenas las croquetas de bacalao, chipirones, setas con foie(temporada), y en general toda la cocina vasca. Carta de vinos con precios bajos, 904 Rioja Alta Gran Reserva 30 €

Nueva visita (y ya son unas cuantas) para ratificar gratamente mi anterior comentario.Creo que ha mejorado el servicio y carta de vinos "gracias a Jesus ,a partir de ahora miembro de este foro que desconocía ".La comida mágnifica.Y como siempre lleno hasta la bandera,el cliente sabe donde hay materia prima y buen servicio.Precio 40 Eur+vino+iva.

He comido varias veces aquí,y nunca había colgado ficha.Merece la pena conocerlo porque en Madrid es una apuesta segura siempre;no es de diseño,ni los platos son rupturistas,ni tiene la mejor vajilla,pero siempre sales satisfecho.Excelente materia prima,recetas tradicionales,raciones suficientes y servicio correcto,precio 35Euros+vino.La carta de vinos suficiente con algunas novedades y las copas sólo correctas.El problema la aglomeración de mesas-necesario reserva-,por lo que aconsejo pedir las mesas de la habitación que hay en la 1ªplanta.Por último,deliciosa la tarta de manzana ,que hay que solicitar junto al resto de los platos.P.D.puntuaría la comida con 4,5 la comida .

No se por que no aparece mi anterior comentario a este restaurante, he debido darle mal al botón. Pero sigue siendo el mismo, no decepciona. Imprencindible probar los boletus con foie.