Por motivos de trabajo, nos desplazamos a la comarca de los Serranos y después de contemplar la belleza , por la singularidad de la ubicuación, del pueblo de Chulilla, peguntamos dónde comer bien. ¡En el Balneario se come muy bién!. ¡Venga vamos a probar!.
Mis expectativas eran de total excepticismo ya que siempre vamos a tiro hecho.

El balneario tiene 3 comedores, este es el más "recogido", de los tres.

El restaurante es confortable, sin ninguna extravagancia decorativa , ni falta que le hace, y con una vista parcial al jardín del Balneario.

El servicio, joven, cordial, muy cercano y amabilísimos, un aspecto que cada vez, valoro más en un restaurante.

No tomamos vino , pero las copas eran más que decentes, no ojee la carta, pero mis acompañantes me indicaron que los precios eran contenidos.

Al tema, tomamos el menú de ese día que consistió en:

1) Un entrante de patata con ajoaceite. Buena presentación.
2) Un surtido de ibéricos de buena calidad.
3) El plato estrella para mí fue un arroz con jabalí y boletus, perfecto de cocción, con un sabor, ummmm. Creo que si está por la zona, el mencionado arroz merece la visita.
4) Depués de plato principal yo tomé carrilleras creo que al vino, tiernísimas y de un sabor muy intenso. Probé también el cordero al horno del plato de mi hermanó y estaba también delicioso.
5) Con el postre, como soy un enamorado del pan, ya no pudimos, pero era un sorbete de mandarina muy conseguido.

Resumiendo cocina honesta, sabrosa y servicio destacable con una una inmejorable caliadad -prrecio.

Precio sin vino.