Me encantó la decoración, muebles modernos,mucho espacio entre mesas,vistas impresionates a la muralla iluminada,pero cálido y acogedor, mezclando piedra y madera con nuevas tendencias y lámparas rojas. Manteles y servilletas muy cuidados, copas Riedel, por poner un pero, la cubertería algo gastada y usada, y un poco obsoleta.

Entrantes, navajas a la plancha, con una salsa-vinagreta de verduras deshidratadas deliciosa,parrillada de verduras algo deficiente,lo peor d ela cena, poco hecha,demasiada sal... De segundos,dos merluzas, francamente buenas, y un foie plancha con manzanzana, muy bueno. De postre espuna de cuajada con miel de naranjo,fino y rico. La carta de vinos es muy buena, el servicio atento aunque a veces de olvidad de llenarte la copa, aunque la recomendación del jefe de sala (Avan, Ribera del Duero)sólo me convenció a medias.

Me pareció un restaurante elegante, con una carta más que interesante (muy buenos pescados además de las excepcionales carnes de Ávila) y una estupenda decoración. Merece una visita.

Llegamos pronto (lo que supone ventaja porque cuando a las 14.30 llega el mogollón; el servicio cae en picado). Excelente local. Muy buen recibimiento. Brigada profesionalísima. Vistas. Amplitud. Bien acondicionado y limpio. Verduras a la plancha. Algo cortas de punto (6.5). Queso de cabra de Montenebro con piquillos confitados. Sublime.(8.5). Los lomos de Avileñi IGP con hongos y foie, imponentes en tamaño. Más que correctos (7). La sorpresa del dia, una espuma de cuajada con miel de naranjos...fina, absolutamente integrada con la miel, espectacular. Un plato de estrellado (9,5). Condado de Haza 2006 que lo integra todo...y cafes buenos. Copita de Olivares 2000. Justo en su punto de dulzor. Debe ser de lo mejor de Avila. Mania de dejar la botella lejos del comensal...¿lo haran por si ensuciaos los manteles al verterlo?.

El restaurant El Almacén es todo un referente en la cocina abulense y catellanoleonesa. El Mundo edita todos los años una guía de Restaurantes de la comunidad de Castilla y León donde año tras año consigue muy buenas puntuaciones.
Comprobado in situ tengo que comentar que el local es pequeño pero muy coqueto, bien decorado y de mesas ámplias que te permiten comer sin apreturas y que no tengas que oir los comentarios de los vecinos. Comida buena, ciertos toques de modernidad pero con una base clásica de productos de la tierra. Entrantes interesantes como los carabineros con huevos fritos, el foie, el queso de cabra Montenebro (de la Adrada, posiblemente el mejor queso de cabra de España) con pimientos confitados y un correcto arroz meloso. Entre los segundos, si os gusta el pescado dejaros aconsejar por Julio pues trae muy buenas piezas según mercado. La carne es fantástica, con I.G.P. Avileño certificada. Postres un poco pobres, pedir el volcán de chocolate. Los vinos fetán, amplísima carta, precios comedidos copas Riedel, perfecta temperatura, la única pega es que la botella no te la dejan en la mesa, la retiran y te van sirviendo según bebes, y a mi me gusta ver mi vino en la mesa, y para servirme ya estoy yo, que no soy manco. Precio bien, para calidad y lugar, aproximadamente 50 € por cabeza con vino de precio medio incluido. Yo voy dos veces al año, a comer y a cernar. Recomendable

Acudí recomendado por los foreros MarioEstevez y ernio1. Restaurante situado al otro lado del río. Se trata de un local de corte moderno, que se agradece entre tanto clasicismo abulense. Hay que atravesar una entrada al local decepcionante, para alcanzar una sala muy acogedora. Fuimos a cenar y de noche no se ven las murallas (por el reflejo de la luz del local en los cristales), pero de día las vistas serán magníficas. Si se llega con tiempo hay que pasear por la calle para llegar a las 4 columnas, desde donde se tiene una fabulosa vista de la ciudad.
Servicio con mucho interés, carta de vinos con referencias interesantes. Copas Riedel. La cocina no enamora, pero se puede disfrutar del conjunto. Dos copas de La Guita, tempura de puerro y zanahoria, dos solomillos a las uvas, un Agios 2004 y dos cafés por un total de 99€.

Restaurante con preciosas vistas a las murallas de Ávila, tan solo entorpecidas por algunas torres de alta tensión.
Local reducido en el que se ofrece la cocina tradicional de la zona con algunas notas creativas.
Excelente el queso de cabra con pimientos caramelizados, así como el cochinillo; el lomo de ciervo con ciruelas y orejones, simplemente correcto.
Extensa carta de vinos, con predominio de la D.O. Ribera del Duero pero con referencias de casi toda España, - de E. Mendoza, p.ej., estaban todas excepto el Santa Rosa y Petit Verdor-, así como algunas extranjeras.
Tomamos un Pago de Carraovejas crianza 2004, (28 €), muy bueno, servido en copas Riedel y a temperatura adecuada.
De postre, borracho de Marc de Champagne con chocolate blanco y crema de moras, delicioso.
Lo dicho, más dos cervezas, orujo y copa de 1866, 111 € la pareja.

Restaurante luminoso, no muy confortable (demasiada proximidad entre mesas). Mala suerte: Había dos comidas de grupo algo jaleosas. Servicio atento pero no muy profesional, con algún descuido. No hay detalles ni antes ni después de la comida.
Entrantes modernizados. Los segundos son más tradicionales.
Comida para tres.
Entrantes a compartir: Croquetas de trufa, nidos de morcilla y arroz cremoso de trigueros y bacon (todos ellos ricos).
Segundos: 2 chuletones de Avila (generosos, tiernos y en su punto, como los pides) y un secreto de cerdo ibérico.
Postres: Volcán de chocolate y pastel chorreante de almendra (este último se les vino abajo antes de servirlo). No están a la altura.
Vino: Carta extensita pero quizás demasiado centrada en vinos de Castilla-León. Tomamos Quinta Quietud 2001 (31€+IVA). Servicio correcto y en buenas copas.
Precio total: 158.90€ (inc IVA)

Lugar agradable, frescos los boletus a la plancha, en su punto la brocheta d vieiria y calabacín, sabroso el milhojas d piquillo con queso d la Adrada, segundos, la ternera d Ávila espectacular, sabroso el solomillo con uvas y foie, postres, regular el volcán d chocolate, aceptable el chorreado d Almendra, buen helado d toffu con reducción d aceite d soja
Buena carta d vinos, el sumiller-maitre no se si ese día era el es 2 veces nariz d oro, da igual el vino pedido, se sirve en copa más bien pequeña no apreciamos todo el encanto d 2 botellas d finca Sandoval 2001, vino d postre elegimos un tokaji 5p.
LOS PEROS: El servicio poco atento, para el vino d postre tuvimos q reclamarlo 3 veces para q nos sirvieran, estaba alejado d nosotros y no atendían, con la mayoría d las mesas tuvieran la con ellos algún dtalle en el postre, en nuestro caso no lo tuvieron.
Comentamos estos malos dtalles al sumiller-maitre nos dijo q eran las mejores copas y q bueno, q no habían estado atentos, para a continuación indicarnos q estaban en camino diferentes tipos d copas ¿?.
Para mi fueron demasiados fallos, si tengo q comer en Avila lo haré en el almacén, pero no me desplazare allí solo a comer.