Castrillo es un pueblo que se debe conocer,con calles empredadas, casitas bonitas, parece de chocolate (quiza esta impresion se deba a la sobredosis de chocolate de astorga que llevaba), Casa Coscolo es uno (más de los 6-7-8 restaurantes del pueblicito, en el que todos todos todos los dias cual día de la marmota hay cocido maragato. Restautante-hotel-casita muy cuidada, paredes de piedra adornadas con aperos tradicionales, servicio muy amable y profesional, y el cocido pues rico si más, carta de vinos corta con caldos de la tierra (bierzo y tierra de Leon), postre natillas y cafes de pucheros. Un sitio recomendable sino fuera porque entra en la categoria, cada vez más presente, de sitios que pretenden ganar más , con el agua y el vino que con la comida, no es de recibo que el vino recomendado por el camarero, (un roble de D.O tierras de León), que en el super vale 2,95 te lo claven a casi 10 € la botella, (sin copas Riedel,sin carta enciclopedica y sin Vaselina), no sabia que el agua de castrillo de polvazares no era potable...pues eso agosto y lleno...y que no falte.

He ido ya 3 veces a casa coscolo y he de decir que siempre he quedado muy contento. La atención es magnífica la RCP muy buena y el cocido está estupendo. Lo que hizo que volviera y recomiende el sitio es que la sopa no viene con grasa, lo que se agradece a ciertas edades.

Restaurante pequeño,con terraza en verano,tambien hotelito.Sevicio de sala,muy correcto.Carta corta,pero suficiente.La carta de vinos escasa,pero algunos jovenes del Bierzo,muy bien de RCP.Aconsejable,para comer a la carta.El cocido maragatonormalito,pues los garbanzos,los refrien aparte con la berza,y no tienen sustancia.No lo recomiendo para ir a comer cocido.