Pequeña e improvisada celebración familiar y optamos por irnos “de menú” a alguna de las atrayentes ofertas que se pueden encontrar en Dénia y que ya conocemos. La climatología acompaña y los locales de primera línea de playa son ya una opción a tener muy en cuenta. Elegimos Primera Línea que ofrece de lunes a viernes a mediodía un menú con una RCP difícil de batir. Grata sorpresa al ver el grado de ocupación de la terraza y el nivel de trabajo que se alcanza en la “hora punta”: llenazo e, incluso, doblando mesas. Los españoles, a pesar de estos tiempos difíciles, todavía hacemos un apartadillo para poder salir a comer o cenar al restaurante aunque sólo sea en fechas señaladas. El día 22 ya no eran vacaciones de Semana Santa y, sin embargo, como digo, la terraza se llenó por completo.

- Empezamos con dos pequeños bocaditos: Tosta con pimientos y croqueta de bacalao: Nada destacable, solo un aperitivo para calmar el hambre inicial.

- Seguimos con los cuatro entrantes al centro de la mesa para compartir: Ensalada valenciana (abundante y refrescante), Tellinas a la plancha (muy muy sabrosas y de buen calibre), Calamares a la romana (excelente rebozado, crujiente y nada aceitoso) y Gamba de Dénia a la plancha (calibre pequeño y tres por comensal, pero de frescura y punto de plancha muy, pero que muy destacable).

- Pasamos a un más que correcto Arròs a banda: buen fondo, buen punto del grano y cantidad más que suficiente. No hace falta pedirle mucho más a un arroz y, en los diferentes locales que regenta esta familia en Dénia, lo han entendido a la perfección.

- El menú se completa con un postre a elegir de cuantos ofrece la carta por cada comensal. Éramos tres y decidimos compartirlos. No los recuerdo exactamente (perfecto de chocolate, alguno con coco…) pero todos ellos caseros y ricos.

Tomamos unas cervezas a nuestra llegada y una botella de You and me (Albariño) que me pareció muy normalillo (su precio tampoco es demasiado elevado). Hay una carta que ofrece unas 30 de referencias entre blancos, rosados, tintos y espumosos. Completa la cuenta los cafés finales. El precio fuera del menú puede variar ostensiblemente, eso sí.

Local situado en primera linea de la playa de las marinas, ofrece un menú de mediodía en temporada de invierno con una excelente rcp.
Este consta de cuatro entradas, ensalada y un arroz para acabar, postre incluido y bebida aparte.

Decidimos a pesar del sol que hacia, comer dentro y que los guiris disfrutaran de la terraza, eso si, dentro tenían la chimenea y se estaba genial

Las entradas:

Mejillones, correctos de sabor

Pescadito frito, muy buenos y bien la fritura

tosta de pimiento con croqueta de bacalao, para mi lo mas normalito.

Gambitas de Denia, 2 para cada uno, pequeñas pero excelentes de sabor

Ensalada estaba buena también

De arroz elegimos el abanda y estaba impresionante, siempre digo que los arroces marineros los hacen mejor en Alicante que en Valencia, el sabor del fondo de pescado era increible y el punto del arroz perfecto, paella con poco grosor y rica.

De postres nos decantamos por tiramisu y tarta de avellana muy buenos también

Para beber hemos pedido Enrique Mendoza Merlot- Monastrell con una buena temperatura de servicio y copas correctas.
hoy se estaba muy bien, con poca gente y la verdad es que el tiempo acompaño

Fuimos a cenar y tuvimos la suerte de tener mesita en la pequeña terraza de bajo, la que da salida hacia la arena de la playa de "les marines". La vista de la playa al anochecer era magnífica y cenar entre las sabinas con luz ténue presagiaba lo mejor. La pena es que esto es lo más destacable, pues de la cena esperabamos algo más. Pedimos una ensalada formentera, buena, pero con excesiva cebolla para mi gusto. De platos principales una ensalada templada de langostinos no remarcable y un pescado del día, me recomendaron "emperador", y el resultado fue muy flojo. Postre para compartir sin destacar. Tuvimos mala suerte. Habrá que probar los arroces al mediodía que deben ser su fuerte.
Carta de vinos cortita y convencional. Viña esmeralda 14€.
Precios bastante aceptables en general.
Muy recomendable el posterior mojito 6€, entre las palmeras tumbado en unas hamacas dispuestas por la arena junto a su chiringuito.

Es un restaurante con salida directa a la playa de Denia con un espacio con juguetes y columpios para que los críos mientras estén jugando.Pedimos de primero unas Coques de Dacsa con una muy rica y fresca anchoa en su relleno,Sepia a la plancha correcta y Pulpo Seco que es lo que su propio nombre indica,en este ultimo no entro en valoración ya que es la primera vez que lo probé pero no me pareció muy allá.El segundo fue un Arroz a banda bien resuelto aunque con el fumet algo intenso a mi gusto.De postre un flan de coco llamado trifasico de coco(manía de nombrecitos bobos) bastante rico y una tarta de chocolate y avellana.Carta de vinos no muy extensa a que le faltaban la mitad de las referencias(me dijeron que estaban ahora en pleno tramite de cambiarla por la temporada).Copas normalitas.Lo mejor el entorno y el precio aunque la comida tampoco es que este mala ni mucho menos.Se puede volver.

Pues como he comentado en varias valoraciones, cuando vas con buenos amigos enjugazado y dispuesto a disfrutar desde el minuto uno, todo va sobre ruedas.
Éste es un restaurante muy chulo. En Denia, que dicho sea de paso, se sale. En un emplazamiento "primera línea" que le da un puntazo estético y buenrrollista fuera de lo normal. En el interior techos altos y espacios con muchísima luz exterior. La terracita de 10.
Pedimos un menú (miercoles de abril), bastante marinero.
De entrantes unas clóchinas del terreno, super bien presentadas en una cazuelita.
Unas croquetas de bacalao muy buenas.
Montaditos con foie i espencat.
Unas gambitas plancha jugosas y un arrocito a banda de ditet (presentación de todos los platos muy acertada) que estaba delicioso. Yo, que soy muy ajoaceitero, ni lo probé de lo bueno que estaba el arroz.
De postre una piña rociada con cointreau y bien presentada y tiramisú para compartir.
Viña Pomal fuera de menú (calculo que 8 euros descorche)
Y un verdejo de Rueda (siento no recordar el nombre)
1Gt bombay sapphire.
Lo mejor, entre todas virtudes del restaurante, el precio. Lo dicho, soy de Gandia, pero en hostelería Denia juega en otra liga.

Fuinos atraidos por las buenas referencias sobre la terrara al nar y la meteorologia nos traicionó. Tuvimos que cenar dentro con lo que parte de nuestras expectativas se quedaron en nada. La comida es más que aceptable. Se piden generalmente tapas y platos al centro: mejillones (buena salsa), sepia a la plancha cono la de sienpre, queso de cabra frito con confituras variadas, ensalasa de higaditos de pollo, montaditos variados, pollo al curri... Bien también los postres.

La carta de vinos es corta para un sitio que aspira a más (solo Valencianos, Ribera y Rioja). Además, los dos que pedimos (Mestizaje y Marqués de Cáceres, nada del otro mundo) no los tenían. El E.Mendoza salió, eso sí, a una fantástica temperatura.

Local acogedor, aunque lo mejor seguro que es cenar en la terraza, y servicio excesivamente informal.