Asistí ayer con unos amigos a comer. La primera impresión, un miercoles a la hora de comer, es que estás en un restaurante de menús típico de zonas de oficinas, con mucho jaleo y sin ningún aporte estético. Aunque había menú optamos por pedir de carta: croquetas de ave y de rabo de toro (buenas aunque las de rabo un poco secas); los huevos del padre; y todos solomillos (unos a la parrilla y otros con pimienta). La materia prima es buenísima, pero lo que sin duda se sale, con mucho, de la normalidad es la atención de los hijos del dueño, los hijos del Padre (que anda por ahí con una boina hablando con algunos clientes).
Los hijos, David y Mario (si no me equivoco) se han especializado uno en vinos y otro en licores, concretamente en ginebra.
La pasión que trasmiten y el dominio de marcas, variedades, precios...... es abrumador.
Oir hablar al hermano del vino es espectacular, pero ver al otro hermano como prepara (con un carrito ad hoc)las bebidas es un lujo y estoy seguro que repetiré y no a muy tardar.
Estoy, eso sí, de acuerdo con algunos comentarios acerca del resto del servicio. No están para nada a la altura de los dueños y de la calidad que ofrecen.

Acudimos 2 personas a comer el dia 30 de diciembre y el local estaba lleno debido a las fechas. Al poco tiempo el ambiente estaba totalmente cargado por el humo del tabaco y el de la carne en los platitos de barro refractarios. La atencion por parte de los hijos y el dueño es excelente . Los chicos saben de vinos y licores muchisimo y te ilustran sin cansar sobre ello. Tomamos los famosos huevos de corral, croquetas de rabo de toro y el solomillo con foie. El vino nos dejamos aconsejar y fue un toro excelente. Todo impecable de calidad. Y cual es el problema ? pues el camarero encargado de nuestra mesa que no intentaba para nada agradar ni aconsejar. Las croquetas le dijimos que fuera media racion ya que habiamos pedido bastante comida, pues nos trajo la racion completa que no pudimos acabar. La misma operacion repitio con el queso alegando que no podian poner menos y nos negamos a que nos dejara el plato. Intentó colocarnos mas platos y postres pero como conociamos el local fuimos cautos ya que las raciones son sbundantisimas. Pero imagino que a los novatos les "coloca" media carta sin rechistar. y a todo esto la educacion y simpatis brillaban por su ausencia.
En fin, que pena que por el servicio se empañe lo demas. Indudablemente no me parece que se pueda recomendar el local

He ahi un concepto batidora. El padre, tiene sus fotos en la carta de cuero rojo de regalo de alguna bodega cosechera, su carta de meson zamorano sin ninguna complicación....PERO, raciones enormes y calidad buena.

Me gustó el concepto: sería un meson con 2 sommeliers de estrella michelin que son los hijos del padre famoso. El vino está muy cuidado y de postre unos copazos increibles. Carro de preparación, lima, naranja, kefir, canela todo para acompañar a tu combinado preferido.

La RCP también está muy bien, en cualquier caso hay 2 escuelas diametralmente opuestas y una de las dos vencerá.

Volveré asiduamente a ver como evoluciona.

Enhorabuena por haber hecho algo distinto

Aunque entre diario y a mediodía trabajan menús,es mucho más que eso. Materia prima excelente, muy buen servicio, buena cristalería y carta de vinos con muchas sorpresas!.

El nombre no está muy logrado aunque sea un detalle de los dos hijos hacia su progenitor. Es un restaurante familiar con una carta de temporada y una cuidada seleccion de vinos y espirituosos. Como ejemplo los crepes de changurro, los boletus en salsa de oporto o solomillo relleno de foie en salsa de trufa. Casi todos sus productos los traen de Zamora y cuando tienen huevos autenticos de gallina de pueblo, los huevos estrellados tienen un color y un sabor insuperable. En vinos tienen para satisfacer a los clasicos y a los que huyen de ellos. Si eres bebedor de Malta... tienen 60 referencias. No conozco un restaurante que lo supere en ese campo. Al mediodia hay menu por la cantidad de empresas que hay alrededor y el local es muy ruidoso. Recomiendo ir a cenar. Y para mi lo mejor de todo es su relacion calidad-precio, insuperable. Y eso en plena calle de Serrano, ya por si es noticia.