Colocados en uno de los huecos que hace la construcción del restaurante, nos permitió (un poco apretados) comer los 11 en una especie de pequeña cueva aislados del resto del restaurante. Para 10 hubiera estado mejor.
Local ya descrito con buen cambio de cubiertos, copas adecuadas.. con un servicio lentísimo, si bien es cierto que el local estaba bastante lleno por la coincidencia de un congreso. Carta de comidas y vinos muy correcta con precios correctos si vienes (como todos los comensales) de capitales caras (Madrid, Valencia...).

Recibidos con cervezas Mahou 5 estrellas x 7, alguna coca-cola light (que no falte!!) y un blanco VR más 4 de agua de Solares (que vuelve a entrar en la restauración con fuerza), que acompañaron a 4 de Pago de Carraovejas crianza 2010, puestos en la mesa y a beber, si bien en buena temperatura.

Al centro 2 de setas de cardo en buena ración y que parecieron más buenas por lo tarde que llegaron; 2 de boletus que quemaban y hubo que hacer tiempo con un buen pan, lo que da idea de que la cocina iba al 200%; 2 de un muy buen jamón ibérico; 2 de alcachofas con foie (alcachofas de bote pero de calidad) con un foie laminado que hizo un conjunto muy sabroso.
Platos principales: 6 entrecottes todos al punto (café para todos) un poco pasado de fuego por fuera pero bien por dentro (¿las prisas?), 4 de chuletón de buey sabroso y un poco justo de cantidad para gente comedora, 1 solomillo que referenciaron como correcto. Todos ellos lo acompañaron con patatas fritas básicas y pedimos que añadieran al centro 2 ensaladas, más de verde que otra cosa, pero que siempre se agradecen con la proteína de la carne.

Postres 5 de Milhojas con crema (como en todos los sitios de Vallladolid???) buenas pero no las mejores; 1 helado de turrón referenciado como normal (siendo de Valencia no es fácil agradar con turrón); 1 tarta de chocolate muy falta de sabor.
Un semidulce de Palacio de Hornos, cafés e infusiones. No hubo extras por parte de la casa.

Sensación de un sitio como muchos que hay en Valladolid y en Castilla Leon, que cumplió, pero no destacó en nada especial.
Comida de trabajo y desconozco precio. Los precios en carta (incluido vinos) no destacaban ni por caros ni baratos.

Junto a la Plaza Mayor, tras trasladar su antigua ubicación.

Decoracion clásica castellana, mesas ,ropaje y añadidos dentro de la normalidad.

Servicio con vestimenta demasiado informal y con interes muy disimulado.

Carta de vinos con varias denominaciones , optando por Enate merlot merlot CR 2003.

Cocina clásica con carnes tratadas adecuadamente, sin poder resaltar nada.

Al final, precio sin postres ni licores