Cenamos anoche 6 personas en este local anoche. Fuimos porque mi mujer habia estado comiendo de menú días antes (por cierto su opinión sobre el menú de mediodia fué muy buena, varios platos a elegir de primeros y segundos con cocina abundante y elaborada).

El local está bien. para cenar pedimos dos entrantes para 6 (sí solo 2 porque por recomendación del dueño al ser los platos muy cuantiosos bastaba si ibamos a pedir casa uno un plato).

Inicialmente te sacan unas aceitunas como aperitivo.

De entrantes pedimos primero una ensalada de tomate Raff con queso de bufala pero que no era solo con esto sino también con pimiento, granada, etc muy buena la verdad y con cantidad para 6. Despúes una tempura de cabracho con cuscus con verduras.

De platos pedimos 3 paltos de entrecot argentino con chimichurri muy buena. Una costillas a la miel. Una carrillada que estaba espectacular y un plato para mi el más original y espectacular que eran manzanas asadas rellenas de cordero con salsa de yogourt.

De postre pedimos para compartir una tarta tatin, un flan de dulce de leche y una panacota. Los postres muy buenos se nota su toque casero.

Para beber aparte de las cervezas de rigor, agua, etc pedimos un par de botellas de viña costeira, un ribeiro que estaba muy bien a 12 €.

La carta de vinos no es muy extensa ni se pasa pero por lo memos tiene algunos vinos que están bien.

El local es algo frío y las sillas son incómodas si tienes que dejar la chaqueta golgada de ella.

Fuimos a comer y optamos por el menú, porque no hay opción de carta. Los vinos, de mesa, entre un blanco y un tinto, que te ponen ya servido sin enseñarte de qué botella parte.

La comida es creativa, original y con toques coloniales y asiáticos por las especias que contiene. Tiene el peligro de que al que le guste la comida "clásica" opte por buscar otro sitio, por lo que hay que saber a qué se expone.

De los ocho platos expuestos -se pueden pedir dos entrantes- elegimos tarrina de pollo (plato frío), croquetas de salón (original), flan de espinacas y zanahoria con crujiente de jamón y cabracho a la plancha con salsa (excesiva). De postre, uno de chocolate y mousse de limón. Nada fuera de lo común.

A la Sota d'Abastos la llaman sus propietarios "fonda" (supongo que por el ambiente, no porque tengan habitaciones). La verdad es que el local es muy acogedor, de los que se ven pocos ya en esta ciudad del diseño ultramoderno. Una finca antigua alberga este restaurante cercano al histórico mercado de Abastos (de ahí el nombre). Paredes de ladrillo cara vista, techos altos, baldosas de época en el suelo, mobiliario de madera, un pequeño patio interior que ofrece luz natural y ventilación a la sala… Ambiente 10.
En cuanto a la comida, en el menú de mediodía (todos los días menos domingos) la relación calidad precio es inmejorable: por 12 euros + iva se puede elegir entre 4 primeros, cuatro segundos y cuatro o cinco postres, todos apetecibles, originales y abundantes (sobre todo los segundos). El menú incluye una bebida o copa de vino, que suele ser un cosechero valenciano.
La carta de vinos no es extensa pero tiene referencias interesantes, incluyendo varios argentinos notables. Los precios por botella bien equilibrados.
La carta de la noche incluye varias entradas, clasificadas por su ingrediente principal (carne, pescado, verduras). Y los platos principales no son muchos pero tienen un buen nivel. Los postres espectaculares. Se nota que todo es elaboración propia, nada de precocinados. El servicio del vino correcto, sin florituras. La RCP, de las mejores de la ciudad.

Local espacioso, limpio y muy bonito, donde se puede pasar un buen rato.
Cocina creativa, muy sabrosa y que innova. Espectacular el secreto de Ibérico.
El servicio del vino es correcto, sin más, con algunas referencias interesantes. Muy buena RCP y muy recomendable.

De los mejores de la ciudad en calidad-precio, menú diario por 12 € muy creativo, buenas raciones y saber tratar la carne en el fogón. de entradas interesante la ensalada d pollo rebosado al sésamo, de principal asado rioplatense con patatas y chimichurri y también hay arroces melosos, secos de original compedio de ingredientes. los postres excelentes, crepe de banana y dulce de leche con salsa de chocolate. la influencia del cono sur se hace notar , ya que el cocinero es urugayo y transmite en sus platos su pasión por la cocina.
En vinos carta muy heterogenea, con dos referencias por do y no de las marcas más estandarizadas que estamos tan cansados de la mayoria de los restaurantes de sota caballlo y rey.Con vinos urugayos y argentinos como no. Se agradece también los precios comedidos.Probaré en carta por la noche que seguro me sorprenderá, por lo que pude hojear.