He estado hoy por primera vez en el Barquet y mi impresión ha sido muy buena. La materia prima es sensacional, los arroces son variadísimos (el que he comido yo, con rape, almejas y verduritas, estaba fantástico) y el servicio me ha parecido muy correcto. Dos puntos más a favor: las raciones son generosas y los vinos (la carta es de las más extensas en un restaurante de esta categoría) tienen un precio muy ajustado. Por cierto, quien desconozca el Barranc dels Closos blanco no sabe lo que se pierde...

El pasado sábado estuve comiendo en este restaurante. Nos pedimos de entrantes gambo y mejillones picantes; y de segundo un arroz negro con ceps y carxofa, aprovechando las jornadas gastronómicas de arroces. Pese a que el restaurante estaba lleno, el trato recibido fue el correcto. El chico que nos cogió nota acertó en todo momento lo que quisimos comer, del que cabe destacar su trato agradable y simpatía. Por su manera de hacer deducimos que era el maitre. Tambien destacable su compañero entendido en vinos que nos asesoró acerca de un vino que acompaño mucho en la comida. Muy correcto por parte de estos dos camareros, destacando el servicio que nos ofreció el "maitre". Por otra parte, aunque no le dimos importancia, pedimos servicios como pan o agua a sus dos compañeras sin obtener respuesta alguna, teniendo que pedírselo varias veces y al final lo trajo el señor de los vinos, deberían ser más atentas con la clientela, ya que obtuvimos caras largas y sin sonrisa alguna. En resumen, comida excelente de buen gusto, y por parte de estos dos señores un trato estupendo.

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Resumiendo, que he estado en muchisimos restaurantes donde el trato era pesimo por la poca formación de los empleados, pero a veces con la voluntad que uno ponga y el ser agradable se puede maquillar esa falta de formación, pero cuando a uno, todos los camareros menos uno joven, les invade la prepotencia, el superiorismo, del despotismo , y desagradabilidad con el cliente con caras mas propias de un sargento de los marines que de una persona que está de cara al publico, la comida por muy buena que sea, se te hace insipida, sosa, aburrida, a parte de sentirte como si les debieras dinero o les hubieras matado a alguien de su familia. Eso sí, en cuanto llega el politico de turno del ajuntament de Tarragona, que van muchos y variados todo se torna en buenas caras y amabilidad. Eso lo dice todo. Y para acabar en el momento de salir que pasamos al lado de todos los camareros dije como es logico adios, buenas tardes. Solo contesto el joven. Si ya me lo decia mi abuela: nieto, siempre que entres a un sitio o salgas de él es de buen educado saludar y despedirte. Un sitio para no volver por el triste trato recibido. Lástima, porque la comida merece la pena.

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Nos traen el arroz y hasta en el restaurante más bajo de cualquier sitio te lo enseñan en la paella antes de servirlo. Pues bien, nada de nada. Acabamos el arroz y como es menester despues de cualquier plato en un restaurante digno, como se supone que era este, nos viene el camarero joven y nos pregunta que tal si nos habia gustado y tal.Me sorprendio viendo la pasividad y mala educación de sus compañeros. Pero me alegre se saber que habia alguien con dignidad y educación. Hasta estuve a punto de decirle que les diera cuatro nociones de educación basica de EGB a sus compañeros/as. Con el postre pedimos un cenicero a una de las dos chicas jovenes que hay allí (que no saben que existe la educación y los buenos modales) y al pasar 10 minutos y no traerlo se lo pido al chico joven que estaba junto al lado de la chica a la que se lo habia pedido antes y dice de repente: ya me lo has pedido a mi antes no?? ( en plan despota total) y le digo si, Y me dice pues ya te lo traere!!! Eso al cabo de diez minutos en un restaurante de pequeña capacidad!!! Con el servicio del vino en el momento de descorchar la botella la chica con el sacachorchos quieto y vuelta y vuelta en plan basta a la botella. Sirven y como aquel que no sabe nada del oficio que desempeña nos tira un buen chorreton de vino en el mantel Pidio perdon?? Que va!!

Si tuviera que resumir en una linea mi visita a este lugar seria: Comida excelente. Trato deplorable, sin modales, sin educación (salvo un chico joven). Empezemos por la comida: unos calamartxins excelentes y de segundo un arroz con calamarset y verdura excelente. Postre unas trufas negras muy buenas y un flan de Chartreuse, que no sabina por ningun lado a este grandioso elixir, pero sí sabia a flan. Muy bueno tambien. Trato: Entramos y ni buenas tardes ni buenos dias ni hola. Nos dan una mesa, el mantel sucio por tres sitios, pero no una mancha de 1 centrimetro, no, por ejemplo el diametro de una botellas marcado en un lateral del mantel, mas otras manchas varias. Pedimos el vino, le digo que nos diga la añada y me responde una camarera de forma borde: no lo se yo eso. Y se quedan tan tranquila. (lo logico es que fuera a mirarlo o algo, pero que va) Pedimos pan y nos lo traen al cabo de 15 minutos cuando ya estabamaos acabando el primer plato. Lo fuerte viene cuando estamos mojando pan y por sus santos ovarios viene la camarera y sin preguntar si habiamos acabado nos quita los platos nuestros y el plato del medio en el que estavamos, en ese preciso momento mojando un poco de pan en la salsa (es una cosa que no se debe hacer, pero que todo el mundo hace eso de mojar en la salsa si esta buena) Totalq ue se lleva el plato y se queda tan ancha.

Local desangelado pero con excelente cocina sin florituras. Productos de mar que saben a mar muy bien elaborados (unos deliciosos calamarxins y un gambó excelente) mas un arroz al romescu que justifica el viaje. Las raciones son pantagruelicas. Carta de vinos corta y postres de tramite. Precios muy razonables.