Pedro Subijana, uno de los padres de la nueva cocina Vasca,y uno de los pilares de todo lo que se trajina en los mejores fogones del panorama nacional.

Su restaurante en el Monte Igueldo, goza de unas sensacionales vistas sobre el Cantábrico y como decian en un comentario anterior nunca te quieres ir.

Servicio en sala perfecto.El del vino eficaz y pasa desapercibido, como debe de ser.
La ensalada de Txangurro con sandía y flor de cebollino me volvio loca............

Precio acorde con lo tomado y lo servido.He jurado volver siempre que pase por San Sebastian.

Precioso enclave en el Monte Igueldo y perfecto menu degustacion(100 €;)aperitivo,ostras en ensalada, Xangurro frio con sabor de mar, caldo de pochas , rape con jugo de tomate, presa de iberico, queso de cabra y tambor de calanda. Agusti torello 2000 24€; y Roda I reserva ´01 50 cl.33€;.Servicio muy bueno y destacable sommerlier.

El día de agosto que nosotros acudimos había dos someliers, a los que no pedimos consejo para elegir el vino para comer pero sí para el vino de postre. Nos ofrecieron una copa de vino dulce catalán para uno de los postres y una de champán frances para el otro. Los dos exquisitos (perdonad que no me acuerde de los nombres) a sus temperaturas perfectas, en copas adecuadas y maridaban espléndidamente con los dulces. Tuviron el detalle de no cobrarnos estos vinos.
La comida y los detalles de la misma merecen capítulo a parte.
Que nadie dude en acudir si tiene la oportunidad.

Para resumir la visita a este restaurante empiezo por la sensación final, cuando estas en el parking para coger el coche no te apetece irte. La ubicación con las espectaculares vistas te predispone para lo que viene. Dos menús de degustación y carta abierta a la forma tradicional. Cada plato que sale de la cocina merece un comentario aparte, la carta de vinos me pareció “suficiente” pero bien presentada y el servicio bastante bueno. Mención especial para los postres, muy cuidados y exquisitos.
El servicio bastante bien, agradable en el trato y muy solicito. Merece la pena la visita.

Fantástico emplazamiento. Se recomienda acudir pronto al anochecer en verano para poder contemplar las magníficas vistas y cambios de luz si disponemos de mesa en la parte que linda con el arco que forma la circunferencia del local. Sí hay Sommelier, y muy correcto, si bien flojea un poco en vinos extranjeros. No hay peros, aunque sí quizás algo la atención al servicio del vino conforme la noche se dilata (caso siempre en la mayoría de Restaurantes). Comida precisa y preciosista, esquisita. Servicio convivial, si bien últimamente parece más una escuela de hostelería al encontrarnos con servicio muy joven (principalmente francés). De obligada visita.

Precioso enclave con un comedor que tiene unas inmejorables vistas sobre el mar cantabrico.La carta la componen 2 menus y unos 25/30 platos entre entrantes, pescados , carnes y postres.La carta de vinos es un libro repleto de referencias de numerosas DO españolas asi como de vinos de los paises productores mas importantes del mundo.Servicio muy esmerado, platos muy bien presentados y elaborados.Una salvedad: la pasta.....habria que hacerla un poco menos(al dente que dicen los entendidos y no cocida).2 estrellas bien otorgadas.El servicio del vino es inpecable.A volver y a recomendar.

El local ofrece unas posibilidades estéticas maravillosas, su ubicación, en la cima de Igueldo, ofrece una vista absolutamente increible. Pedro Subijana es muy metódico y detallista en la cocina, cada plato tiene un desarrollo muy mimado, el cuidado es sorprendente, lo que se traduce en una composición extraordinaria.
Yo sí he tenido la fortuna de coincidir con el somelier, de hecho creo que con dos diferentes, y en ambas ocasiones recuerdo un buen cuidado del vino.

Coincido con Gonzalo respecto a la comida. Creo que Subijana investiga para agradar y sorprender con sus platos. Servicio impecable y vistas magníficas de San Sebastián.
Respecto al vino, su carta es muy amplia y con precios razonables,buenas copas. Lástima que en las dos ocasiones en las que he acudido no se encargaran del servicio continuo del vino y que no coincidiera con su sumiller (si lo hay). En cualquier caso merece la pena acudir y repetir.

Increible restaurante con una comida exquisita y una muy buena carta de vinos. Completa y con algunos precios realmente baratos. Es una pena que no tenga sumiller (al menos aquel día) y no se esté un poco más pendiente del servicio del vino