Volvemos al local por las buenas referencias de nuestros acompañantes y un buen recuerdo en la memoria.

Es un local de foto. Amablemente decorado, con detalles graciosos, como una montaña de cajas de madera de vinos (algo que se vuelve en contra porque la carta de vinos es de risa, por lo corta, por lo que incluye, i por multiplicar por tres el precio en tienda.

Es un local romántico, con cierta calidez, a pesar de que no hacía nada de calor dentro, más bien tiraba a frío….

Frío es también el trato del propietario (creo). Lejano, apesadumbrado, serio, espartano…sin pasión ni en la definición de los platos, ni en el servicio.

La comida está buena, algunos platos muy buenos, otros casi muy buenos. Tienen pan con cosas, sin “cosas” no hay… o si lo hay, la harina también es de esas viejunas y “auténticas”.

El precio (creo que se les ha ido de las manos) no es bajo, salimos a más de 60 por cabeza con un impacto del vino por comensal de menos de 5 euros.

Creo que es demasiado caro para lo que ofrecen, y eso es lo que más me “chirrió”, el buen hacer que tiene y cómo se les va la cabeza (económica) con según que platos.

No es un mal lugar, ni mucho menos, pero quizás habría que darle dos vueltas al trato y entender que quien te paga de 25 a 30 euros por un segundo, espera algo de “alegría”, de “arte”, en el servicio…que también forma parte (lo pagamos) en el ticket.

Hay otro tema, y es la rapidez, (igual fue casualidad) pero un hombre sólo en sala, eso lo complica un poco, más si encima aparece una mesa “conocida” y les dedicas dos segundos de más.

Excelente café (lo comento porque llevamos alguna que otra sorpresa de lugares de +50euros por cabeza y café de @#~@#)

Espero que los buenos amigos gastrónomos que tiene (y lo digo de verdad) le ayuden a darle la vuelta... nosotros no volveremos.

Hacia tiempo que no lo visitábamos, pero estábamos por la zona en plena ruta de la tapa, que estos dias propone, Destapa´t Sabadell, y como íbamos lanzados, entramos para continuar la fiesta.

Una de las cosas que ultimamente nos paraba, es que la carta se había vuelto algo inmovilista, pero ayer, la primera sorpresa agradable, es que habían introducido nuevos platos, principalmente, en la pizarra que completa la carta y muy sugerentes, yo iba a tiro fijo, filete de foie sobre puré con aceite de trufas, mi favorito de las últimas visitas, pero cambie de idea.

Así que, me decanté por una coca de murgulas con foie. La coca de pasta de full, fina, bien, porque la coca no puede ser la protagonista, sabrosas las murgulas y buena combinación del foie.
El otro segundo, una ensalada con queso de cabra, de la que no puedo opinar.

En los segundo coincidimos, farcell de pies de cerdo. Una pasta filo que esconde un revuelto de pies de cerdo y butifarra negra, bien el conjunto, crujiente de la pasta y el blandito de los pies, bien cocinado y acompañado de unas cuantas hojas verdes varias, para compensar en boca, la gelatina y la untuosidad de los pies de cerdo.
No pedimos postre.

El restaurante sigue manteniendo ese ambiente relajante, casi romántico, aunque la vajilla y algún cubierto empieza a necesitar algún cambio.

La carta de vinos algo mas escueta de lo que la recordaba, aunque sugieren preguntar por los vinos fuera de carta, pedimos un 12 Volts, pero no les quedaba, esto ya me ha pasado alguna otra vez en este restaurante, finalmente fue un Brunus 2009 (18,10€), servido a temperatura, buenas copas, el dueño, que está en la sala, es también el sumiller y puedes dejarte aconsejar, siempre hay alguna conversación previa sobre que vino podemos tomar.

El restaurante acabo llenandose, me alegro, porque en estos tiempos, es todo un logro, creo que la renovación de la carta ha sido muy acertada.

Al entrar para poner el comentario, he leído un par de comentarios recientes sobre la falta de alegría del restaurante, si me lo permiten los compañeros, no estoy de acuerdo, nosotros tuvimos una agradable conversacion sobre los nuevos platos en la carta, también sobre los vinos, me pareció mas que correcto.

Falta un poco de alegría, que tristezas ya las tenemos a diario.
No me voy a extender dado que ya hay suficientes valoraciones, solo comentar lo que comimos.
Compartimos unos chips de alcachofas y unas croquetas de butifarra negra y carn de perol y de segundo atillos de pie de cerdo y costillar de cabrito, muy logrados los dos platos.
Agua, La Planella DO Priorat y dos cafés.
Buena relación calidad precio, buena atención pero lo dicho, falta un poco de alegría, que no servilismo o sonrisas forzadas.

Correcto. Se han adaptado a los tiempos de crisis. Quizás mejoraría la cantidad en los platos. Y eso que nunca me quejo de este tema. Buen servicio. Buena carta de vinos

acudimos después de leer las críticas en Verema.
lugar correcto, bien situado, con una distribución interna agradable, con un perfil de cocina regional.

carta medianamente extensa con platos elaborados, con más carnes que pescasdos.
copas y menaje correctos.

servicio agradable pero algo distante, con puntos de timidez que no se entienden al tratarse de la propiedad...pero que seguro (por los comentarios de otros foreros) con el tiempo y la recurrencia seguro que se minimiza.

recomendable visitarlo fuera de época estival, la gestión del aire condicionado es nefasta....

muy buena relación calidad precio

Hay ciertos restaurantes a los que uno vuelve y vuelve a pesar de las ánsias de descubrit nuevos lugares. Y este es el caso de "9 de la Borriana".

Aparte de que me encanta su cocina, lo tengo a 150 metros de mi domicilio y esto facilita las cosas. Muchas veces voy a su menú de mediodía con excelente RCP y en otras ocasiones vamos a la carta, tal y como publico hoy.

Los propietarios son Paco y Nuri. En la cocina está Nuri, la pareja de Paco, que con sus habilidades culinarias, hace brillar de manera especial este restaurante. La sala está controlada por Paco, excelente somelier, que cuenta con la ayuda de Sergi, dotado de gran una simpatía y "savoir faire".

Hace pocos días fuimos una noche a 9 de la Burriana y aproveché para volver a publicarlo en mi blog (y esta vez con fotos!).

En nuestra última visita, pedimos como primeros a compartir, una ensalada con "rossinyols"y un carpaccio de ceps. Los dos platos excelentes y el que más, el carpaccio ...

Como segundos un excelente solomillo y para mí un bacalao confitado sobre un fondo de ajos tiernos. Los dos platos resultaron excelentes y en concreto los filetes (en sus diferentes variantes que incluyen un excelente tartar), son uno de los platos estrella del lugar.

Curiosamente no he comido nunca solomillo allí, ya que me gustan más las carnes más "potentes" que el filete tipo "vaca vieja" o "txuleton". Y cuando quiero carne, con el tartar ya me satisfacen mis ansias carnívoras... :).

El vino a este lugar, siempre lo dejo a la elección de Paco ... Su nivel de conocimientos junto con su sobriedad y cero teatralidad, hace que para mí sea mi "sumiller de referencia "...:). Los que me conocéis, ya sabéis que demasiado comedia me empalaga. Y aquí es el único lugar que ni me preocupo por la carta de vinos ... que elija él y ya sé que elegirá dentro de una franja de precios razonable. Tomamos un Akiles 2008 DOQ Priorat.

Como postre pedimos un coulant de chocolate y yo un "Recuit de la Fonteta" ... (que bueno y qué excelente textura tenía!).

Los precios? ... pues si vais a la carta con primeros por cada uno, segundos y postres, la suma por persona puede acercarse a los 40 € y el vino ya dependerá de que pidáis, que tiene todo el abanico de precios.

Podeis deducir por el escrito que conozco bien a nivel de amistad a Nuri y a Paco, pero mi opinión del lugar es independiente de la amistad que pueda tener con ellos... Diré más.. precisamente esta amistad ha crecido a partir de su buen hacer.

Ricard Sampere
www.restaurantscat.cat

Ahí va el comentario de la parte femenina de Turu;

Fuimos a cenar 4 compañeras de trabajo después de una dura jornada de curro, nos resultó un sitio muy agradable y nos encantó la comida. Considero que se trata de un sitio muy recomendable al que sin duda volveré si vuelvo a pasar unos días en Sabadell.

La cena: pedimos unas croquetas de pollo, una ración de jamón ibérico y pan tumaca y una ración de carpaccio con queso parmesano, el carpaccio y el jamón muy recomendables, las croquetas del montón, muy pequeñas y bastante sosas. De segundos pedimos tataki de atún, canelones de ternera y foie, y raviolis rellenos de foie. Los segundos estaban todos muy bien, especialmente los canelones ya que la ternera estaba troceada pero no triturada, lo que aportaba una textura muy interesante junto con el sabor delicioso del foie. El atún estaba en su punto, ni muy hecho ni muy crudo destacando por su sabor. Los raviolis eran quizá los que tenían un sabor más especial y más intenso, pero se hacían muy pesados, quizá mejor para compartir. En cuanto a los postres pedimos el surtido de trufas y el surtido de mouses, un acierto ambas, puesto que además de ser una opción acertada para compartir, alguna de las mouses, especialmente la de yogurt, estaban espectaculares. Para beber pedimos Pago de los Capellanes, bien conservado y servido a buena temperatura.
Lo único que considero que se debería mejorar del local es que disponían de pocas cartas en castellano, de hecho las cartas de postres sólo estaban disponibles en catalán, afortunadamente íbamos acompañadas de una catalanoparlante que nos la tradujo sin problema.
Para lo que comimos nos pareció bastante económico ya que salimos a 40 euros por persona.

Nueva visita a este restaurante del centro de Sabadell, y de paso completo la descripción que hice en su dia, bastante pobre la verdad (en mi descarga que era una de las primeras....)

Bueno, el restaurnte es pequeño unas 8-9 mesas, atendido por los dueños, el en sala, ella en cocina, muy acogedor y cálido, cómodo, mesas bien dispuestas, ideal para charlar tranquilamente, relajarte y disfrutar, la iluminación, que puedes variar con una lamparilla en la mesa, ayuda a crear el ambiente acogedor

Cocina de mercado, buen producto y se aprecia el esmero en el trato del mismo. Con una carta fija, también ofrecen algunos platos del dia que van cambiando, anunciados en una pizarra y que el dueño te explica antes de tomarte nota.

El aperitivo fue unos cucuruchos de espuma de idiazabal, tan original y divertido como buenísimos, excelente comienzo.

Primeros: Una escalopa de foie sobre cama de pure de patata, bien cocinado el foie, el pure estaba tan bueno, que bien podria ser un primer plato el solo, especialmente sabroso, quise saber si tenía algo mas que patata y pregunté, entonces lo entendí todo, hecho con aceite de trufa blanca, es ahora, y aun recuerdo su sabor, la hostia!! que bueno.
El otro primero, canalones rellenos de solomillo de ternera y foie, la ternera no está triturada, asi que la notas al masticar, bechamel muy rica, mi mujer hubiese puesto mas bechamel.

Nos vamos a los segundos, ambos elegimos uno de los platos de la pizarra, pies de cerdo rellenos de láminas de butifarra negra envueltos en pasta filo y horneado, plato contundente, ideal para el frio que hacia fuera, que buena mezcla esa grasa del pie de cerdo con la butifarra negra, muy gustoso y en la boca una buena mezcla esa "ternura" de los pies y la butifarra con el crujiente de la pasta filo, muy buenos, si señor.

Para acabar compartimos un surtido de tres mousses de crema catalana, chocolate y yogurt griego con salsa de frutas rojas, pura delicadeza. Broche de oro.

Respecto a los vinos, buena carta, varias D.O. buena mezcla de marcas, pedimos un Vetus 2006 (16,80€), muy bien servido, guardado en el armario climatizado, en buenas copas, sin prisas (que ultimamente, me encuentro que me lo dan a probar y antes de que diga nada ya estan sirviendo), esperó, porque además me recree,corcho en la mesa, durante la cena pendientes de llenarte la copa.

El servicio, ayer al menos, fue muy bueno, es de esos que parece que no estan, pero estas perfectamnte atendido, algun comentario sobre los platos, preguntando despues de cada plato, abiertos a conversar si le das pie (en algunos sitios quieren ser tan simpaticos que se pasan de pesados), cuidado al servir la mesa, y pequeños detalles, por ejemplo, la carta menciona el pan a 1,10€, antes de servírtelo te preguntan si lo quieres.... cuantos restaurantes te lo endosan directamente y lo luego lo cobran, claro.

En fin, al menos la experiencia ayer, fue fantástica,

Restaurante situado en pleno centro de Sabadell, en un local de decoración sencilla pero en el que se crea una maravillosa armonía gracias al servicio, atento a todos los detalles, y a una cocina "casolana-creativa" como pocas. Si algo cabe destacar es que te hacen sentir como en tu propia casa. El vino estuvo bien aunque demasiado ofertado ya por muchos restaurantes, Ca N’Estruc DO Catalunya. De todas maneras para repetir, y cuanto antes mejor.

Es uno de los pocos restuarantes con un trato especial, tanto hacia la clientela como hacia el mismo trabajador. Siempre que me preguntan amigos, donde ir a cenar les digo al 9 de la borriana. Simplemente a la gente que le guste disfrutar del buen producto i del buen vino, eso si calidad precio muy buena, este restaurante és el indicado.