Restaurante Aizian en Bilbao
Restaurante Aizian
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:

Añadir vino por copa

Precio desde:
39,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
domingos,1-15 agosto,1-15 enero,semana santa
Nota de cata PRECIO MEDIO:
71 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
8.3
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
8.8
Comida COMIDA
8.3
Precio medio entorno ENTORNO
8.2
RCP CALIDAD-PRECIO
8.0
torrija
bakalao
falso rissotto
milhojas de queso y crema de castaña
salmonete,otro descubrimiento
sopa de chipiron, increíble lo rica que esta
Opiniones de Aizian
OPINIONES
43

Le prometí a mi amigo Juan Pablo (un forero que por ahora no se anima a contarnos su extenso bagaje gastronómico) que escribiría en Verema sobre mi paso por el Aizian, sobre todo después de que le ha caído esa estrella Michelin que según muchos comentarios hace ya tiempo que merecía. Los dos tenemos además hijos de parecida edad que apuntan maneras de gourmet y en esta ocasión nos acompañó nuestro chaval de 15 años, que la verdad disfrutó de la cena como nadie de los que aquel día llenábamos el comedor. Ahí va el relato.
Poco que añadir sobre el marco, elegante y cómodo. El servicio estuvo bien, especialmente la simpática camarera que nos sirvió muy acompasadamente (mucho más explícita que la un tanto estirada maître que nos tomó la comanda con muy pocas explicaciones). La carta de vinos no es excesivamente larga y yo creo que está seleccionada atendiendo al criterio de una buena relación calidad precio; más bien escueta en el apartado internacional y en el de Riberas, algo más prolija en Riojas y completada con una selección corta pero interesante de vinos de otras denominaciones. Precios contenidos, buenas copas y servicio de sumiller, como cabe esperar en un sitio de esta categoría. Nosotros bebimos un tinto Laurent Combier 2011 de Crozes-Hermitage, me pareció que no suelo tener muchas oportunidades de probar vinos franceses y además tenía un precio comedido (he visto que cuenta con una crítica favorable en Verema). Creo que elegimos muy bien y acompañaba perfectamente todos los platos del menú.
Se ofrecen dos menús interesantes, el degustación y el tradicional, pero preferimos elegir nosotros mismos de la carta y probar lo que nos apetecía, sin pasarnos pues ya se sabe que los excesos a la hora de cenar se pagan con noches toledanas. La selección no es fácil, entre otras cosas porque éramos tres, casi todos los primeros se venden en medias raciones y la maître no ayudó demasiado para orientarnos. Como aperitivo sirvieron una rica crema (no recuerdo de qué) con espuma de foie, muy prometedora. Luego nuestra elección de entrantes, que consistió en dos medias de vieira asada, alcachofas en texturas y salteado de espárragos y hongos (aunque lo más tradicional sin duda excepcional, quizá lo mejor de la cena), otras dos medias de falso rissotto de pulpo y patata con ali oli de mejillones (posiblemente lo que menos me convenció, aunque tuvo éxito en la mesa y estaba verdaderamente bueno) y una media de tallarines de txipirón con ali oli de calabaza y velo de su tinta (sorprendente, exquisito). Como principales mi mujer y el chaval pidieron minifalda de Wagyu a baja temperatura con piquillos caramelizados y milhojas de patata y bacon (una invitación a la gula, un plato de alta cocina tradicional) y yo lubina a la plancha con un falso cous cous de txipirones y tofee de cebolla morada de Zalla (el pescado de escándalo, el tofee de cebolla espectacular, el falso cous cous le daba el toque más moderno aunque me dejó algo más frío). Los postres fueron: tarta de queso azul con helado de membrillo (quizás algo más convencional aunque mi hijo la disfrutó como si fuera la mejor del mundo) helado de queso fresco sobre crumble de manzana y toques ácidos (postre ligero y a la vez goloso) y espuma de arroz con leche con helado de maracuyá y tofee de nata (también espléndido).
Mi sensación es que es un restaurante de alta cocina clásica adaptada al siglo XXI. Buenas raciones, elaboraciones en las que no se intenta epatar y que respetan mucho el sabor del ingrediente principal (la vieira, la lubina, la falda de ternera), con salsas ligeras y originales (inolvidable el toffe de cebolla) y pequeños guiños modernos en texturas, a veces para mi gusto muy logrados (los tallarines de txipiron) y otras no tanto (el falso risotto, aunque claro, es cuestión de gustos). La impresión final es de máxima satisfacción y además a un precio razonable, bastante más ajustado de lo que suele pagarse en los templos estrellados (apenas algo más de lo que he apoquinado en mis últimas visitas a asadores tradicionales, con la diferencia de que aquí la cocina es compleja y minuciosamente elaborada). Creo que es de los sitios que más contentos hemos salido (unánimemente, los tres). Sin duda repetiría (porque además y según dicen, una de sus virtudes es la regularidad). Sobresaliente.

En el mes de mayo, en las redes sociales, Gure Sukalkintza nos propuso elegir un menú representativo de los tres restaurantes que gestionan: Andra Mari, Aretxondo y Aizian. Menú colaborativo. Menú Gure Sukalkintza.
Yo voté por mis platos favoritos. He tenido la inmensa suerte de disfrutar en varias ocasiones de todos y cada uno de sus locales y conocía un poco sus propuestas.
Evidentemente los gustos son cosa muy particular y al final, únicamente el postre era una de mis elecciones. Bueno, está bien que sea al menos, el remate de la experiencia.
Una vez votados los platos y elegidos nueve de ellos, los cocineros remataron el menú con la elección de seis de ellos.
Ahora, comenzando con Aizian, van a dar ese menú a probar a sus clientes y como no podía ser de otra manera, uno se apunta y si puede ser el primero mejor.
En una noche que más parece de comienzos de primavera que de verano, nos acercamos a la capital para tras tomar un par de potes, dirigirnos al citado restaurante.
Ya lo he descrito en más ocasiones, es un local muy elegante, es uno de los restaurantes que conozco que me da más sensación de estar en un sitio “no permitido” para mi pero siempre salgo con la sensación contraria. Siempre he salido contento y satisfecho y hoy no ha sido diferente. Hemos salido bien servidos.
En una de sus amplias y estupendamente vestidas mesas, nos acomodamos. Hay buena entrada, buena señal tal y como están las cosas.
Como la propuesta es un menú cerrado con vino y cafés incluidos, lo primero que hago es preguntar por el vino que servirían y evidentemente no hablamos de nada del otro mundo así que decido cambiarlo por algo que nos permita disfrutar en su justa medida del menú en cuestión. Es total y absolutamente entendible que por ciertos precios no puedan ofrecer vinos de cierto nivel. Eso sí, al pagar la cuenta, me he dado cuenta de que me han descontado el vino del menú. Un detalle que no siempre se tiene con los clientes.
Así que como tenía una cuenta pendiente con él, necesitaba yo volver a intentarlo. La última vez que lo bebí me dejó un poco “desilusionado” y mis buenos consejeros en asuntos “vinoteros”, me dijeron que dejase pasar un tiempo para volver a beberlo, Que la botella iba a darle más puntos.
Pues lo comprobaremos. Albariño Do Ferreiro Cepas Vellas 2011.
Cuando la sumiller se acerca a presentarno y darnos a probar el vino, le comento que como está lo suficientemente frío no nos ponga cubitera. Su reacción, que no es precisamente la primera vez que me ocurre es casi de alegría. Dice que lo más habitual es que la gente enfríe los blancos de tal modo que a fin de cuentas daría igual beber este que cualquier otro vino.
Como digo yo, sería como catarlo recién salido del dentista, con la anestesia en pleno efecto.
Pues aunque me parece un muy buen vino, quizás por las espectativas, quizás porque aún tampoco ha pasado demasiado tiempo, sigue sin enamorarme. Repito y repetiré las veces que hagan falta que está muy rico. Pero ha vuelto a no emocionarme. Igual simplemente es que no somos “compatibles”. Prometo darle una tercera oportunidad, se la merece.
Nos acercan el pan, tres propuestas distintas, tres propuestas muy sugerentes. Mi compi se queda con uno de pasas y yo, más “terco” que un “arao”, en mis trece. Pan de borona de maiz. Si me encanta…. Para qué narices voy a cambiar.
Pues comenzamos con el menú “colaborativo”, con el menú Gure Sukalkintza.
Verduras salteadas y crujientes con tempura y jugo de carne. Plato del restaurante Aretxondo. Las verduras en su punto exacto, ese “cras-cras” que las hace tan apetecibles. Además, como la txikita no es demasiado amante de la verdura, me pongo las botas. El jugo de carne les da un toque exquisito y jugoso. Muy buen comienzo.
Setas sobre patata y ravioli de huevo. Del restaurante Andra Mari. Este ya no me dejan ni olerlo, El huevo presentado en una “bolita” que hay que explotar con cuidado. Esto hay que comerlo mezclado. Un plato con un sabor tremendo. Riquísimo. Al ir finalizando nos ha venido al recuerdo la carne asada con patatas que ambos conocemos tan bien y que he tenido la inmensa suerte de comer en muchas ocasiones. Cocinada por un ama de casa que sabe mucho de hacer buena comida. Bueno, quien sabe……..nunca hay que perder la esperanza.
Pollo en costra de pistatxos. Igualmente plato de Andra Mari. Casualmente la semana pasada lo cené allí. Al menos hoy ha sido una ración más ajustada porque la verdad es que el menú va resultando bien consistente. Muy rico, buena carne de buen animal. Se nota esa grasa de color amarillento tan característica de pollos criados de otra manera. Jugosa la salsa y crujiente esa costra de pistatxos. Muy rico, buena propuesta. Otro del que no me “regalan” ni una pizca, buena señal.
Vieira asada, alcachofas en texturas y salteado de espárragos y hongos. Plato de casa, del restaurante donde estamos. Ya nos comenta la camarera que las alcachofas no están en su mejor momento. La temporada ha pasado. No obstante, esa vieira está genial y esos espárrados “hechos sin hacer”. Textura natural. De nuevo plato notable.
Solomillo de ciervo con migas de maíz y jugo agridulce. Volvemos a Galdakao, volvemos a Aretxondo. Esto es producto, muy bueno por cierto y punto. Al cortarla engaña, parece que está más “tiesa” pero no. Está en su punto. La caza no es solomillo de ternera. Además con estas texturas hay que masticar más y con ello, disfrutar más tiempo en boca. Muy bien lograda y muy rica de sabor. Incluso la que es un poco más “complicada” para comer, ha disfrutado dejando el plato limpio. Que los cocineros aprecien en su justa medida este hecho. Olé.
Llegamos al postre, llegamos a algo que si algún día llegáis a cenar en Aizian, debería ser un opción muy sugerente: La Torrija de pan caramelizada con helado de arroz con leche y canela.
Simplemente espectacular. El helado es puro arroz con leche, sin más. Pero un arroz con leche de los buenos. Sabor y más sabor. La torrija co-jonuda. Dulce en su justa medida. No empalaga pero “endulza”. Plas, plas, plas, plas. Un aplauso.
Una infusión y un rico cortao dan por terminada la cena. Somos prácticamente los últimos en abandonar el restaurante. Plenamente satisfechos en todos los sentidos. Contundente menú. Buenas propuestas. Buena idea que se va a seguir ofertanto después en los otros dos restaurantes del grupo. Si podéis, animaros, vais a disfrutar, os lo garantizo.
El menú en sí son 55 euros (Iva incluído) con vino y café. Nosotros hemos pagado 25 a mayores por el cambio del vino.
Pues nada, sabemos que volveremos pero hay que recorrer muchos caminos más. Que todo el mundo merece una visita. Creo que este restaurante puede, sin duda alguna, ser una buena opción para ese “cielo estrellado” de la gastronomía.
Para verlo con fotos: http://gastiondo.blogspot.com.es/

Nueva visita al que en mi modesta opinión es uno de los mejores y más elegantes restaurantes de Bilbao y también, coincido con Oscar, uno de los más regulares que conozco. De aquí es difícil, a mi nunca me ha sucedido, salir descontento.
Hoy juega nuestro Athletic en casa y además coincide con la hora de la cena, quizás eso suponga que la clientela ha sido muy “europea” y lo digo por el horario. Por aquí somos más “tardíos” a la hora de sentarnos a la mesa y para cuando nos hemos acomodado había ya algunos comiendo el postre.
Desde luego que entorno precioso, mesas de excelente tamaño, vestidas de manera notable, cambio constante de cubiertos, platos, todo al detalle. El servicio atento a todo, explicación detallada de cada plato servido.
Las opciones siguen siendo el menú Tradicional por un lado, la carta por supuesto y el menú degustación que dado que tiene nuevas propuestas, ha resultado ser hoy el elegido.
Para acompañar la cena, la elección ha sido relativamente fácil, hace poco cené con su hermano más joven y quería probar esta añada.
Billaud-Simón Petit Chablis 2010. Tiene una nariz muy frutal, yo me quedaría quizás con un toque de pera y algo de limón. Entra estupendamente en boca y tiene una intensa acidez que te invita a degustarlo suavemente. El postgusto es largo y con un ligero amargor. Me ha gustado mucho este vino. Y cada día estoy más convencido que un buen vino blanco es perfecta para acompañar casi la totalidad de los platos de cualquier menú.
Te ofrecen el pan, varios tipos, me quedo con el de pasas y nueces. Con un menú tan contundente como el de hoy, un simple panecillo ha aguantado el tipo puesto que no había sitio para más.
Comenzamos con el aperitivo. Tartar de salmón. Pues rico, despiertan las papilas gustativas, una arrancada ligera para empezar.
Ensalada de tomates y anchoas marinadas sobre pesto y aceite texturizado De nuevo un plato ligero pero muy sápido. Curioso lo del aceite, un sabor no demasiado marcado. Todo ello, de excelente calidad, consigue que el plato en su conjunto resulte fresco a más no poder. Interesante propuesta que nos da un pequeño empuje hacia lo que nos viene. Evidentemente vamos de menos a más.
Vieira asada, alcachofas en texturas y salteado de espárragos y hongos Buena calidad de la alcachofa, bien preparada, suave, estupenda textura. La vieira está de rechupete y la salsa que lo acompaña es así mismo muy fina.
Seguimos pensando que esto va a ser “fácil” pero más tarde nos iremos dando cuenta de que esto va “en serio”.
Ravioli de cigala con sopa de hinojo y praline de avellanas
Un plato muy bonito, con colorido, sigue resultado fresco y sin demasiadas complicaciones. Vamos en ascenso pero todavía no es necesario el uso de “oxígeno” para seguir ascendiendo.
Huevo a baja temperatura con salteado de hongos, ñokis de carranzana y jugo de cebolla morada de Zalla
Esto ya es otra cosa muy distinta. Aquí hablamos de sabores muy marcados, el queso potente y el jugo donde se “bañan” el resto de los ingredientes, con más sabor aún. He pensado que incluso demasiado potente. Los hongos excelentes. El huevo otro tanto. Aquí ya el nivel de trabajo para la nariz y la boca es menor puesto que descubres prácticamente todos los diferentes matices de cada componente. Un señor plato que ya empieza a hacernos ver que con hambre precisamente no vamos a salir.
Lomo de San Pedro con endivias amargas y picada de tomate y almendras El valor principal de este plato es, por supuesto, el pescado. Excelente nivel del producto y sublime su punto de presentación. Rico, con mucho sabor, la piel perfecta, crujiente pero sin estar quemada. La “carne” del pez en su punto perfecto. Yo soy como soy y casi prefiero comerme estos pescados sin “molestos” acompañantes por muy ricos que estos puedan estar.
Ciervo marinado con pure de higos en vinagre de modena
Aunque no soy yo un “amigo” demasiado íntimo de los platos de caza, dado su potente sabor y que generalmente no es sencillo conseguir darle esa textura más parecida a la carne que estamos acostumbrados a comer, tengo que reconocer que estaba muy rica. Los higos estás de rechupete pero me sucede como con el pescado. Soy de comer la carne “a pelo” y las salsas participes pero sin “avasallar”. De nuevo la salsa que acompaña el plato tiene un sabor muy potente. Esto ya empieza a ser un menú degustación de elevado poder alimenticio. Luego vendrá el típico “listillo” que dirá que en este tipo de locales se pasa hambre. Creo que es evidente que no.
Pasamos al primero de los postres, un postre fresquísimo, muy digestivo, muy fácil de comer y desde luego que ese “maracuya” le da un toque de sabor ligeramente “tuercemorros” como diría yo. Esa carita que ponen los bebés cuando (que tire la primera piedra quien esté libre de pecado) les damos un trozo de limón a probar.
Espuma de arroz con leche ,helado de maracuya y tofee de nata
El segundo postre ya es más goloso, más dulce pero está rico de ganas. Un postre muy “a la moda” pero que no deja de triunfar.
Soufflé de chocolate. Pues lo dicho, rico, muy rico.
Terminamos con un par de buenos cafés, la pena muy grande de no haberme tomado algún buen vinillo de postre (sobraba Chablis) y la seguridad de que aquí vuelvo sí o sí.
Para ver las fotos: http://gastiondo.blogspot.com.es/

Este es para mí, uno de los restaurantes mas regulares de Bilbao y sin duda una de los más recomendables, siempre en esta época suele sacar un bono, el único que cojo, junto con alguno de locales de reconocido prestigio, ya tuve varias decepciones con este sistema.

Local agradable, servicio profesional y cercano, estupenda vajilla y perfecto menú.

Terrina de foie con gelatina de PX , exquisita.

Pulpo a la plancha sobre patata roja y jugo de caldo dashi , de los mejores pulpos a la plancha y el jugo le dio mucho sabor.

Arroz cremoso de hongos con aroma de trufa y alioli de parmesano, en la línea.

Taco de bacalao, sus callos encebollados y caldo de concentrado de garbanzos, otra genialidad, que lascas, que sabor, que textura de diez.

Solomillo a la plancha con pastel de patata y bacon y pure de boniato y foie, difícilmente se me olvidara esta carne, mantequilla y que sabor, sabor jamón bueno, que digo yo.

Torrija de pan caramelizada con helado de arroz con leche, de las torrijas, buenas buenas.

Para beber mi botellita de itxasmedi a 16€ +iva, formidable precio, una copa de tinto rioja solabal, incluida en el precio del menú, 39€ iva incluido, simplemente un regalo.

Y mi gin-tonic por 9€+iva, no me acuerdo de que, como me gusta variar.

Lo dicho recomendable, sin el bono sale un poco más caro, pero es cocina de calidad y muy regular, la próxima vez que me junte con mis amiguetes restauranteros en Bilbo, caerá.

Ya recuerdo agradablemente la primera vez que comi en Aizian y esta vez repetía cenando. Restaurante agradable en su zona, en su puesta en escena y en su personal. Delia, la sumiller se mostró con una amabilidad exquisita y llena de atención maridandonos el menú de forma muy profesional.
Como el local esta muy descrito paso a detallar la cena
Menu concertado que consistio en:
- Terrina de foie con gelatina de PX
- Falso risotto de pulpo y patata con ali oli de mejillones (muy acertado)
- Taco de bacalao, sus callos encebollados y caldo concentrado de garbanzos
- Rabo deshuesado con crema de cebolleta
- postre una Torrija caramelizada

Nos invitó a un Envidia Cochina 2011 (albariño de Rias Baixas), que iniciamos previamente al primer entrante,y de ahi pasamos a un Stratus Malvasia Seca, Father 1943 (mencia), un Moulin a Vent Clos de Perelles con el bacalao(de uva gamay) y un Lindes de Remelluri 2009 con el rabo.
Disfrutamos de la cena y la charla. Un placer
La carta tanto de vinos como de platos me han parecido de precios muy ajustados al momento actual y la cena salio a unos 60 euros por cabeza (7 personas) con cafes y pan etc

Hemos vuelto a la normalidad climática, llueve y la temperatura es normal para la época, hemos dejado atrás esas noches tropicales que tienen su "bueno" y tienen su "malo".
Bilbao estaba hoy más "azul" que nunca y la cita era ineludible pero también teníamos nuestra cita particular con un menú que ofrecen varios restaurantes de la capital denominado AlGusto un menú con productos de la tierra que la verdad es que procuraremos ir degustando en algún restaurante más.
Hoy concretamente nos hemos acercado a un viejo conocido y este mes hace un año ya que empezó a fraguarse aquí mismo una buena amistad con dos veremeros de pro y sus respectivas.
Ya está descrito este elegante local que sigue siendo una estupenda referencia en la ciudad.
Destacar sin duda la profesionalidad del servicio que además en concreto en la chica que nos ha atendido, se añade una simpatía natural muy de agradecer.
Comenzamos el recorrido gastronómico en sí:
Jamon de Euskaltxerri con jugo de tomate y pan de maiz generosa ración de un estupendo jamón, cortado fino y muy sabroso, acompañado de un par de panes tostados de maíz. A mi ese pan me tiene ganado el corazón. El tomate natural con un chorrito de aceite de oliva que le da un toque excelente. Buen plato que nos deja ver lo que el menú va a suponer.
Mejillones al vapor sobre crema de anchoas en salazón y sorbete de campari El sorbete se ha quedado en una crema, nos lo ha dicho la camarera pues estaba tan dulce que no ha podido helarse. No he terminado de entender muy bien el sentido de este acompañamiento tan dulce pero como venía en recipiente separado no era obligación comerlo. Los mejillones carnosos, sin bobadas, de buen tamaño y la crema de anchoas estaba deliciosa. De nuevo buen producto.
Mollejas de cordero salteadas sobre tierra de olivas, ajo y carranzana caranegra Seguimos con unas raciones a mi entender casi demasiado generosas y más para una cena. Estupendo punto de una carne que a mi....... pero hoy estaba a mi gusto. Buen rallado del pan y el toque del queso muy logrado.
A destacar en este intermedio que en cada servicio se cambian todos los cubiertos y que nos han sacado también un par de panes tipo chapata que estaban bien ricos pero que curiosamente hoy, cosa rara en mi, no he podido terminarlo dada la contundencia del menú.
Rape asado en su jugo con tofee de cebolla morada de Zalla y patata asada El pescado con ese punto que me gusta tanto, con esa "tiesura" característica del rape y el punto ideal.
Las patatas con piel y sin historias raras, patatas en sí.
Quizás esa cebolla pecaba un tanto de exceso de dulzor pero desde luego que estaba como para untarla en pan y desayunarla mañana.
Foie sobre manitas de cerdo a la plancha, sopa de ajo y pan de maiz con este plato hemos tenido un "problema", ya estamos plenos y es un plato contundente, graso y la ración vuelve a ser no precisamente de menú degustación. Así que realmente no podemos valorarlo en su justa medida pues estoy seguro de que de comerlo en otras circunstancias el resultado hubiese sido otro.
En el precio del menú daban la opción de elegir entre dos vinos, un
Cune Rva Aizian 2008 ó un Txakoli Itsasmendi 2012 imagino que más de uno pensará que uno es.......... pero uno es lo que es, así que nos hemos quedado con ese txakoli, servido en copas Schott y tratado con un mimo a destacar por la persona que nos ha atendido que ha tenido el detallazo de ir "piano-piano", sin rellenar la copa más de lo debido y atenta hasta el último minuto.
Me gusta este vino, mucho aroma a fruta, muy fresco y con esa acidez muy característica de esta variedad.
Llegamos al postre y para ello me pido una copita de Don PX, no había uno más potente que quizás hubiese marinado mejor con lo degustado pero este vino es pura miel y goloso de ganas, me relamo una y otra vez.
Tarta de quesos (carranzana caranegra) con helado de membrillo excelente tarta con sabor a queso. Las tartas de queso a veces saben a cualquier cosa menos a eso pero en este caso la duda ofende. Golosa, recién hecha o al menos se podía apostar a que lo estaba. El helado de membrillo ideal para la tarta. Un postre muy bien conseguido que ha sido un remate apoteósico para un menú que bien pudiera ser incluso compartido.
Sé de buena tinta que uno de por aquí viene a comerlo dentro de poco y espero que pese a lo tripero que es, no pase precisamente hambre.
Rico café acompañado de esos detalles tradicionales de este restaurante en forma de Tacita de chocolate, tejas y un esponjoso de bizcocho pero señores, no había manera de hacer un hueco para ello así que por educación hemos probado todo pero sin poder terminarlo.
Buena experiencia culinaria, y la pena es que uno no tiene valor para ir hasta casa andando pues hoy lo hubiese necesitado.
El menú son 59e más iva y la copa de PX han sido 4,5e

Pasamos una estupenda velada, materia prima buenisima equiparable a la atencion . Por ponerle un pero seria el del precio dejamos una cuenta alta pero si bien nos pasamos ese día con el vino. Repetiremos seguro !Agur : P

Bilbao ha sido la ciudad que elegimos mi mujer y yo para terminar este último año y comenzar el 2013. Hemos descubierto una bonita ciudad abierta con mucho encanto y con al menos tres buenos restaurantes (no tuvimos más tiempo para conocer otros): Aizian, Nerua y Zarate (ver cada comentario).

Aprovecho la ocasión para desear un feliz año 2013 a todos los usuarios de Verema.

Nuestro primer dia en la capital de BIzkaia lo acabamos con una cena en el Aizian. Restaurante amplio, moderno y bien dispuesto, en consonancia con la decoración general del Hotel Meliá Bilbao. No voy a añadir nada más en cuanto a la descripción del restaurante,ya que está perfectamente enumerada en los dos últimos comentarios de Kintiman y Gastiola.
Nos decantamos , como hacemos generalmente en nuestra primera visita a un restaurante, por el menú degustación.
Nos sorprendió que no hubiese ningún snack, ni aperitivo y que pasasemos directamente al menú.
De primero estaba previsto :
- Lomos de sardina en apionabo asado a la sal, mousse de sardinas secas y helado
de wakame, pero no habian sardinas ( nos lo comunicaron en cuanto nos sentamos
en la mesa) y nos propusieron para remplazarlo :
- Navaja abierta al vacio con esparrago blanco a la plancha, plato que ambos
encontramos decepcionante.
Seguimos con :
- Tallarines de txipiron con ali oli de calabaza y velo de su tinta, excelente tanto en
cuanto a la original presentación como al sabor. Muy logrado
- Vieira asada, vainas salteadas y jugo de patatas en salsa verde de berberechos,
buena presentación con buena elaboración.
- Foie cocido con caramelo agridulce, cerezas saladas y tempranillo texturizado, no
habia tempranillo y nos lo remplazaron por un P.X., buen plato con buena
armonización de sabores,
- Lubina asada en su jugo con toffee de cebolla morada de Zalla y patata asada,
muy bueno, la cocción de la lubina perfecta.
- Lomo de ciervo poco hecho con manzana asada a la miel y puré de castaña
ahumada, muy bueno, un buen cierre de la cena,
El pan, algo que consideramos muy importante a la hora de juzgar un restaurante, era bueno.
De postre tomamos:
- Frutos rojos con pastel de queso azul y helado de membrillo, muy bueno, curioso el
el pastel de queso azul (buen descubrimiento)
- Tocino de cielo de fruta de la pasión con leche y galletas, nada de especial.
Regamos la comida con un Guitian 2010 y una botella de agua Aquabona de 1l. Finalizamos con 2 cafés con mignardises.
Total por comensal : 85,25 €, relación calidad-precio correcta.
Es un restaurante recomendable y seguramente cuando vuelva a Bilbao repetiré. Si puedo permitirme una clasificación entre los 3 restaurantes visitados este ocuparia la 3era plaza, pero hay que tener en cuenta que los otros dos son de gran calibre.

Pues poco mas que añadir al comentario del amigo Gastiola.
Restaurante ubicado dentro de las instalaciones del Hotel Meliá Bilbao.
Excelente recibimiento y eso que llegábamos un pelín tarde, incluida la recogida de abrigos.
Salón amplio, decoración moderna y unos amplios ventanales que le aportan gran luminosidad.
Mesas con muy buena separación y perfectamente vestidas, vajilla y cubertería de calidad y cristalería Schott.
El menú esta perfectamente definido por Jon Ander, donde todos los platos rozaron un excelente nivel.
La carta de vinos, si bien no es muy amplia, esta muy bien escogida y con unos precios bastante razonables.
Como al amigo Jon Ander no traga los tintos, pues atacamos a los blancos sin mayor problema y ya que me dejaron elegir pues me tiré de cabeza a los gallegos, que son mi debilidad.
Empezamos con un Tricó 09, que a la postre sería el que mas gustó y es que ese año extra en botella le aporta un poco mas de complejidad, luego seguimos con un Valdesil 2010 y un Do Ferreiro también 2010, lástima de haberse terminado el Cepas Vellas ya que ese juega en una categoría superior. También tomamos una copichuela de tinto incluido en el menú, Solabal Crianza.
Posteriormente pasamos a los "cortaos" acompañados de petit fours, las polkas de Torrelavega, los polvorones y el Olivares Dulce Monastrell, debilidad del amigo Oscar.
Y por poner algún pero, los 13 eurazos que nos clavaron por los GTs de Citadelle, aunque se les perdona por el excelente trato y la larga sobremesa que tuvimos y que los servicios estaban fuera de la sala, con lo que de vez en cuando te tocaba un paseíto.
En definitiva, un restaurante de lo mas recomendable y si es con esta compañía, pues mejor que mejor.
El precio que indico es solo del menú degustación.

Aprovechando un bono de colectivia y sobre todo con ganas de "romper el hielo", hemos quedado con dos afamados veremeros y sus chicas para comer en Bilbao, concretamente en el Aizian.
Amplio y elegante local, sin excesivos lujos, con buena separación entre las amplias mesas muy bien vestidas por cierto. Buena la cubertería y la vajilla.
Servicio agradable y muy atento en todo momento. Oferta de varios tipos de pan que realmente estaban apetitosos y que hemos podido repetir sin problema alguno.
Comenzamos con cecina de Betizu (una raza de vaca), rica aunque la ración ha sido un pelín excasa para 6 personas.
Después hemos comido un foie cocido con caramelo agridulce y cerezas saladas, buen taco de foie con acertadísima compañía que hacían un delicioso conjunto.
Falso rissotto pulpo y patata con alioli de mejillones, soy patatero de gusto, no tanto de corazón y la verdad es que ha sido un plato con mucho sabor, armonía perfecta de sabores. Me ha encantado.
Arroz cremoso de hongos con aromas de trufa y alioli de parmesano:
buena materia prima, arroz suelto, buen punto de cocción. Otro plato de verdader acierto.
Taco de bakalao, sus callos encebollados y crema montada de calabaza y mantequilla: buen pescado y acertadísima "compañía", no puedo, ni quiero encontrarle fallo alguno, la verdad es que rico-rico.
Costillar de cerdo ibérico encebollado con calabaza a la plancha y toques de mostaza: otro verdadero placer para las papilas gustativas, muy buen punto de la carne, muy suave el toque de mostaza. Tanto la calabaza como la cebolla excelente, así como la salsa que se dejaba untar.
De postre unas torrijas de pan caramelizada con helado de arroz con leche: delicioso remate para una co-jonuda comida. Golosa de veras la torrija pero la unión de los dos sabores lo convierten en una delicia.
Hoy hemos ido con "sumiller propio" así que los vinos los ha elegido Sergio y dejaremos que sea él quien nos comente los resultados de la "cata":
Do Ferreiro 2010 (20e)
Valdesil "sobre lías" 2010 (17e)
Trico 2009 (19e)
Con el menú entraba una copa de tinto que se ha servido con la carne que yo he donado muy gustoso. Mira que no hay manera, oyes.
Unos ricos "cortaos", aunque Sergio ha preferido tomar un "cortado", allá el. :-)))
Oscar ha intentado "llevarme al huerto" con el Olivares dulce Monastrel y reconociendo que está muy rico, me quedo con mi Spinola o con mi Ochoa.
Unos GTs de Citadelle (13 e más Iva), un pelín caros pero teniendo en cuenta que no ha habido prisa alguna en la sobremesa y ninguna mala cara, más bien todo lo contrario, no lo tendremos en cuenta.
Hoy he catado por fin esas Polkas de Torrelavega. La verdad es que están ricassssss, mañana, con más apetito, hablaré sobre ellas en el foro de hojaldres.
El precio que pongo es el del menú ofertado.
Una experiencia encantadora, una gente muy pero que muy maja, evidentemente más guapas ellas que ellos, pero eso ya lo imaginaba uno. Dejaremos algo para que se animen ambos dos a colgar sus respectivos comentarios. Repetiremos, sin duda.

  • torrija

    torrija

  • bakalao

    bakalao

  • falso rissotto

    falso rissotto

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar