Como requisito indispensable para optar a estar incluido en la lista Bib Gourmand de Michelin es ofrecer un menú de diario que no sobrepase los 35 € y este es el caso del restaurante que nos ocupa.
Como cada año por estas fechas pre navideñas una escapada para proveernos de turrones en Pastisseria Can Xapa de Bordils y vino, cava y algún que otro destilado en Vins i Licors Grau de Palafrugell para después acercarnos a Palamós para gozar de la tranquilidad que esta villa marinera ofrece en los meses de invierno.
Optamos por reservar en La Salinera puesto que uno de nuestros restaurantes favoritos ha cambiado de propietarios y actualmente no goza de los buenos comentarios de antaño.
Nos ubicaron en la terraza cubierta que tiene una capacidad de 5 o 6 mesas, mesas amplias vestidas con mantel de papel blanco sobre el mantel de tela, servilletas de tela.
Pedimos el menú en el que había dos platos con suplemento de 6 €
Los primeros
-Farcellet de salmón con queso fresco y espuma de aguacate, que no es otra cosa que rollitos de salmón rellenos
-Gambeta (gamba de tamaño pequeño) de Palamós salteada, muy fresca y sabrosa, este plato era uno de los que tenia suplemento.
Los segundos
-Paella de marisco, gustosa hecha con un buen fondo de pescado, para nuestro gusto excesiva cantidad de arroz.
Postres
-Tiramisú, donde había nata en demasía, nada destacable
-Helado de vainilla
Para beber un blanco D.O. Terra Alta, Flor de nit vinificado con las variedades garnacha blanca y macabeu por Cellers Terra i Vins, servicio consistente en descorche cata y primer servicio.
Terminamos con dos cafés.
Ese día se ocuparon solo dos mesas, posiblemente debido a que hacía un día desapacible y ventoso, el servicio atento aunque muy distante y con la presencia constante de un camarero en el comedor donde repito solo estábamos cuatro personas y que daba una sensación agobiante.
Situado detrás del aparcamiento, con vistas al puerto de Palamós. Dispone de una terraza exterior con tres mesas desde la que se atisba el mar y donde nos sentamos aprovechando un día fresco y con una suave brisa.
Servicio atento y profesional. Buen menaje. Tiene carta donde predominan el pescado y el marisco en elaboraciones sencillas, y un menú de 29,50 € sin bebidas con 5 primeros, 5 segundos y no recuerdo exactamente los postres, pero creo que eran 4 o 5. Carta de vinos corta con precios x2 aprox. Buenas copas. Servicio consistente en apertura y primer llenado.
Tomamos el menú. Compartimos los primeros, que nos parecieron algo escasos:
- Tartar de salmón y aguacate - Muy bueno. Hubiésemos agradecido alguna tostadita más.
- Navajas y almejas - 6 almejas y 4 navajas a la plancha sin más. Sobraba el limón y la lechuga. Deliciosas. Suplemento de 6 €.
Como plato principal tomamos una fideuá con sepia, almejas y mejillones con un allioli suave. Tampoco salieron raciones generosas.
De postre:
- Crema de manzana con helado de canela - Le encantó a mi mujer.
- Mousse de chocolate - Demasiado amargo para mi gusto.
Completaron la comida una botella de Finca Olivardots Groc d'ámfora 2019 (19,5 €) con su cubitera, tres botellas de agua de 1/2 l. (2,6 €/ud.) y un par de cortados (1,95 €/ud.).
Entiendo que la cantidad fue la que fue debido al precio. Por lo que pagamos y la calidad de lo que comimos, la RCP nos pareció estupenda.