Al lado de la plaza del Potro, la Bodega está formada por muchas casas típicas cordobesas alrededor de varios patios, todo decorado con motivos taurinos y evidentemente en algunos salones están las tinajas y barriles. Están preparadas para organizar fiestas, en alguna de las casas pude ver celebraciones de comuniones y bautizos. Mezcla el estilo de cocina tradicional con la cocina de mercado. Muy fresco y bien preparado el marisco, y buena calidad de las carnes. Muy rico el ajo blanco con pasas y langostinos, y me encantó el rabo de toro. Te invitan a degustar los Moriles y Montilla de la Bodega así como a los postres el PX propio. En cuanto a la carta de vinos, estaba bien, decente. Nos hizo mucha gracia el servicio del Sumiller, se despistaba un poco con las añadas y el tratamiento del vino, pero en general todo correcto. Es un sitio muy bonito. Precio medio aprox. 50€/persona.