Muy cerca de la casa de mi hija en el barrio de Schaerbeek, se encuentra esta pizzería regentada por italianos.
Al entrar nos encontramos con el horno de leña, lo cual te da buenas vibraciones, buenas vibraciones que se van diluyendo por el pobre entorno, el lento servicio de los camareros y la no aceptación de tarjetas de crédito.
Como es lógico el Menú consintió en tres pizzas.
Para beber:
La Cuenta
Como tampoco me voy a quedar a vivir en el restaurante, ni pretendo intimar con los camareros, mientras mi hija viva por allí no descarto volver.
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