Vino de gama alta que se elabora con las uvas de la Finca A Viñoa, en la zona de Leiro. La diferencia con el vino básico de la finca es que en este caso se realiza una crianza en barricas de 500 litros de 1 sólo vino en lugar de inox.
A la vista el color es amarillo pajizo con ciertos reflejos verdosos, brillante. Presenta lágrima abundante.
En nariz es un vino de intensidad media con ciertos toques cítricos, fruta de hueso (melocotón, ciruela) y alguna nota floral.
En boca tiene buena acidez, es fresco, hay ciertos toques de cacao, fruta de hueso. Persistencia media.
Creo que el paso por madera no le ha afectado demasiado. Puede que en nariz sí le haya quitado cierta intensidad aromática pero en boca no aparecen notas de la crianza. Por otra parte, creo que este vino mejorará a medida que las cepas ganen años.
En mi caso si que le encontré algunos matices asociados a la crianza en barrica, como alguna nota de barniz en nariz y algo de madera, muy leve de todas formas, en boca. Lo tomé en compañía de un amigo, apreciando el aroma que comento ambos, pero la sensación de barrica en boca nada más me pareció a mi. Esto de las catas no es ciencia exacta.
Sí, claro, al final ambién depende mucho de la botella, con lo cual puede haber diferencias. En cualquier caso, me gustó más el vino hecho en inox (Finca Viñoa) que el hecho en madera (éste).
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