¿La botella o ya en su límite?

Rubí atejado con capa media.
Nariz de media intensidad y cierta complejidad, de corte desarrollada y madura. Notas de guindas en licor, trazas de piel curtida, especias, tabaco de pipa, caza de pelo, algún atisbo balsámico, granos de café. Corte clásico y más terciario, con elegancia y expresión, quizá algo falto de profundidad.
En boca es un vino fino y elegante, con acidez, redondo, mineral, dejando en el final recuerdos especiados, ahumados y de frutas licorosas, con un tanino ya fundido en un conjunto armónico y elegante, pero algo más cansado de lo esperado por la referencia y la añada. Redondo y accesible, con una buena persistencia.
Este 890 nos ha provocado la duda de si había un problema de botella o es que el vino es así y viendo el comentario anterior nos inclinamos por lo segundo, el vino resulta impecable por redondez y elegancia pero tiene menos fuerza y pegada de lo esperado, está ya en su cénit y en lento declive. Habitualmente la añada 81 nos parece superior a la 82 en Rioja, con vinos que han llegado ahora mucho más enteros, pero curiosamente en La Rioja Alta nos gustan más los 82.

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