Casi seis años después...

vuelvo a disfrutar otra botellaza de este sobresaliente vino, que por cierto dicho sea de paso es la última que me queda-

El vino, aunque sea sorprendente, no ha "mejorado" tanto como esperaba y se encuentra en un estado, aunque más evolucionado y redondeado que el anterior, es bastante  semejante al disfrutado a mediados del año 2012. Quizás se ha "serenado" un pelin más y  redondeado, pero no ha perdido ese "punch", que le hará muy bebible, como minimo en otros 3-5 años.

Grande vino y con una trayectoria "impecable". Para disfrutar ahora y para seguir haciéndolo durante varios años.

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