Picota muy cubierto con menisco violáceo.
Potente en nariz, café y ahumados sobre un fondo de fruta roja y ciruela en compota, algún matiz de regaliz, especias (pimienta negra) y tomillo con algún recuerdo vegetal. Buenos registros, hasta aquí bien.
En boca es cálido, carnoso y largo pero algo pesado. Le falta un poco de frescura. Imprescindible tomar algo fresco. Probado en formato magnum, me ha resultado francamente pesado. La verdad, no veía el final de la botella. ¿Una cierta decepción? Sí, pero era previsible, es el estilo Priorat de hoy en día. Mejor no puntúo.
Hola! Respeto al máximo tus sensaciones con el vino pero discrepo -constructivamente- sobre el estilo del Priorat de hoy en dia: opino que muchas marcas apuestan por buscar mayor frescura y elegancia (díficil descripción) en sus vinos, con maduraciones no tan al límite y sobretodo por el uso de nuevos estilos y usos de madera. Valga como ejemplo el trabajo de Terroir al Límit con foudres de 1500 litros.
Hola Josep,
Tienes razón en que se está deshaciendo en parte un camino, a mi juicio erróneo. También tienes razón en que ha habido y hay excepciones a esa pauta general. El problema es que llegados a este punto ciertos consumidores, al menos es mi caso, hemos salido escaldados y, francamente, ya preferimos buscar otras opciones.
Me habían hablado mucho de este vino y, después de dar la espalda a Priorat durante un buen tiempo, decidí darle otra oportunidad. Quizá por eso mi decepción sea mayor o, al menos esa impresión pueda dar. En todo caso, gracias por tu comentario; agradezco tu opinión y valoro tu criterio.
Saludos,
Javier
Indaleci,
Francamente, no creo que estuviera en malas condiciones. No dudo de la calidad del vino, simplemente no me terminó de gustar. Si lo hubiera calificado, por supuesto, tendría una nota más que aceptable pero no quisiera bajar una excelsa nota media con mi sesgo particular. Como ya tengo una cierta experiencia, sé la diferencia entre los estándares objetivos y el sesgo de mis parámetros subjetivos. Como además esta cata no es un compromiso, pues tampoco me siento obligado a calificar de acuerdo a descriptores estrictamente objetivos (que los hay) sino que puedo dar, además, alguna opinión personal. Ahora bien, creo que tengo derecho a expresar una opinión vertida, creo, en términos respetuosos y más o menos razonados.
Lo que ya me parece un poco excesivo es que tenga que gustarnos a todos (o a mí, en este caso) aquello que gusta a muchos o, siquiera, a unos cuantos.
En fin, si a pesar de todo crees que definitivamente probé una mala botella, no tengo ninguna objeción en que me envíes otra botella a la que daría una segunda oportunidad.
En lo referente al Priorat, me alegro mucho de que estés totalmende enganchado. Yo, por contra, estoy más bien desenganchado en estos momentos, pero no diré nada definitivo porque la vida da muchas vueltas.
Salut,
Javier
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