Vino alicantino con una gran presentación en botella bordelesa con una etiqueta moderna y llamativa.
- En la fase visual, color profundo de capa alta, picota madura, con un rojizo intenso y borde difuminado, recordando la teja, brillante y muy atractivo a la vista. Lágrima densa que recorre lentamente la copa.
- En la fase olfativa presenta multitud de aromas, recuerdos a frutos negros, caoba, balsámicos, madera tostada, y que se va abriendo y expresando olores a cuero, lácteos, vainilla y un ligero punto de barniz o laca, ligeros dulzores de fruta madura.
- En la fase gustativa, sensación de calor, muy redondeado, ligero, tenue, suave...muestra personalidad aunque se desvanece rápidamente. Cierta acidez y taninos evidentes que muestra la madera y su crianza de 18 meses. El postgusto me parece en un principio corto, aunque según se va oxigenando y abriendo consigue una permanencia media. Bien elaborado y agradable a su paso. Poco alcohólico.
En resumen, un vino bien ensamblado, con un aspecto atrayente, buen olor pero que pasa de manera fugaz, y para mi el problema es el precio ya que no consigue alcanzar una buena rcp.
No creo que el tiempo en botella mejore las percepciones actuales.
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