Coincido con Daniel Delgado

El vino no te deja indiferente puesto que es un vino muy peculiar, ahora yo no lo veo nada borgoñón. El color es de un amarillo oro. Nariz de muy buena intensidad, cítricos, fruta blanca, fruta de hueso, flores sobre fondo ahumado, mantequilla y tostados. En boca es donde más sorprende, tiene mucha estructura, graso, sabroso y untuoso, seco con un deje aldehídico y punzante que me hace pensar en la palomino de los finos y manzanillas. Es muy largo. Para beber una copa o dos, la barrica se puede hacer pesada. Buena experiencia.

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