En vista se nos presenta con una capa muy alta, denotando su juventud y fuerza, con ribetes cardenalicios muy marcados.
En nariz aparece la fruta muy madura y los aromas golosos propios del francés, aportando cafés y regalices muy pronunciadas
En boca me pareció muy tánico al principio, tánico y con un poco de agresividad, propia de su juventud. Dicha agresividad va desapareciendo para dar paso a una explosión de sabores como la menta, las especias (pimienta negra), el torrefacto, el chocolate.
Vino muy recomendable, para ser apreciado leeentamente. No te deja indiferente.
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