Frutillos rojos a raudales, evoluciona muy bien...

Uno de los grandes secretos de la evolución, o al menos de los más reconocidos, es conservar la fruta con el paso del tiempo y que los aromas de reducción y oxidativos no la reduzcan a lo que fué. Evidentemente por el año no es el caso, pero apunta una evolución muy frutal, donde aparecen notas joviales de frutillos rojos con toques dulces y un fondo floral, la crianza está presenta para acompañar y ofrecer mayor complejidad. En boca se desenvuelve con ternura, tacto sedoso, fresco, ricos apuntes balsámicos que aupan hacia un buen final.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar