Para su precio, un regalo

Aún sorprende encontrar vinos con tantísimos años de crianza sobre los 10 euros en una tienda, con la complejidad que aglutinan además en su fase de elaboración. Por eso lo primero que hay que destacar en estos vinos es su excelente relación calidad-precio, y felicitar a la bodega por acercarnos estas joyas tan fácilmente.

En cata es un vino de precioso color, intenso en nariz, como buen amontillado, complejo, con notas bien definidas de los dos tipos de crianza (biológica bajo velo y oxidativa en botas): levaduras, fruto seco (avellana y pipas de calabaza), frutas secas (orejones, pasas). En boca es amplio. Enseguida te llena la boca. Excelente equilibrio alcohol-madera-fruta-acidez. Postgusto largo. Pienso que le falta un poco más de boca para ser grande.

A pesar de ser sensacional, es un vino que se ha de consumir pronto, porque al día siguiente va perdiendo su complejidad y su profundidad, sobre todo en boca (supongo que por ese carácter biológico de la crianza). Aún así, siempre será una gran compra.

Presentación: Botella tipo jerezana, con "cintura" más ceñida. El etiquetado, si bien en las otras soleras sí me convence, en esta gama no me resulta atractivo. Creo que no aporta demasiado valor al producto y no refleja la imagen de altísima calidad que hay dentro. Desde mi punto de vista, se queda a medio gas entre un estilo clásico y moderno. En su caso optaría por renovar y hacer como sus vecinos de Alvear, rompiendo esquemas y modernizando algunos de sus vinos en cuanto a imagen, o como algunas nuevas bodegas de Jerez, que también optan por una imagen más juvenil y moderna de sus vinos generosos, con una clara idea de acercarlos a un público más amplio.

Maridajes: como buen amontillado es un vino excelente de aperitivo (dame jamón y amontillado y no sé cuándo acabaría de comer y beber). Coincido también en lo que recomiendan en su web: pescaditos, sopas y gazpacho andaluz.

A pesar de todo, insisto: una compra recomendada.