Monovarietal de bruñal

Color rojo picota con menisco violáceo, capa media alta, limpio, brillante, lágrima fina nada tintada.

En nariz hay una presencia media de aromas de  frutos rojos y negros, leves notas de especias que cuestan de aparecer siendo más destacable la mineralidad y ciertos tostados; la persistencia es mediana.

En boca es un vino de paso fácil, tiene cuerpo medio, notas frutales, acidez correcta, toques herbáceos, en genal poco complejo aunque bien conjuntado; persistencia media.

Un vino de uvas recuperadas y que por ello ya merece la pena. Si además está sobre los 10€ no hay excusa para no probarlo.

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