No cansa.

Vino encerrado en una botella borgoñona que está vestida con una sencilla, colorida y moderna etiqueta en su diseño. Correcto el corcho que la cierra que está tintado e indicando la añada del vino y bodega.

      A la vista un color rojo picota de capa media. Limpio y brillante. Fina e inconstante lágrima que perezosamente se desplaza por el cáliz de la copa al que todavía tinta levemente. Ribete granate.

      En nariz frescas frutas rojas del bosque. Madera muy en segundo término. ¡Manda su rica fruta en sazón. Notas balsámicas y de mineralidad.

      En boca es jovial, elegante, sabroso, frutal, equilibrado y mineral. Mantiene una sabrosa acidez que invita a beber y que le puede otorgar 3-4 años de vida en perfecta forma. Taninos domados. Fresco, vivo, jovial y frutal paso de boca.

      Precio de la botella sobre 11-12 "lereles".

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