Botella en perfecto estado exterior adquirida en subasta. Nivel cuello. Copas Riedel.
Corcho tintado en su totalidad. Salió entero sin problema, a excepción de un pequeño trozo que se recuperó sin dificultad. Degustado a 14-16º.
Visual: Rubí oscuro. Ribete con leves irisaciones anaranjadas. Menisco color ladrillo. Capa media. Brillante. Ligeros sedimentos en las dos o tres últimas copas.
Olfativa: Aromas acéticos muy presentes nada más abrir la botella, que aconsejaban paciencia -espera, me dijo mi propia-.
A la media hora, la magia. El acético desaparece y vuelve el alcohol de siempre, acompañando a la fruta roja compotada, sobre la base de una madera fina (cedro, roble). Y un repertorio inmenso y delimitado de elemmentos. Tierra húmeda, bosque, toffe, carbón, piedra humeda, cigarro puro. Más aire, más fruta, notas licorosas (pacharán), flores marchitas, leves trazas balsámicas, cacao. Aumentando la intensidad. Una lección de lo que, se dice, es el bouquet.
Gustativa: Elegancia hecha vino. Paso a paso se repiten las notas ya descritas, que te llevan al mejor terroir de Saint-Emilion y que, en algún momento, me recordó a los mejores terruños de Barolo. Delicado, casi frágil en un inicio. Vertical y con todo en su sitio. Acidez al límite. Y ese fondo de madera, con esa perfecta integración. Coge aire y la fruta roja aun presente deja paso a las trufas, unos leves anisados, las notas florales, ligero especiado (pimienta rosa), la tierra humeda, leves tostados, hebras de tabaco, una ligera dulcedumbre, el chocolete negro. Con un paso por boca sensual, meciéndose en la boca. Terciopelo puro. Con una persistencia en boca que era limitada, pero proporcionalmente inversa a su inmensa elegancia.
Una maravilla que explica muchas cosas de por qué Ausone es, junto a Cheval Blanc, los buques insignia de Saint-Emilión. Y porque se encuentra en el podio de los más grandes de Burdeos y mundiales. Otra muesca en una culata de oro. Ya falta menos para completar en su totalidad ese podio.
Bébanlo una vez en su vida. Con años si puede ser. Quedarán maravillados.
158 e.
Enhorabuena Joaquín, menudo vinazo, tu valoración no deja ninguna duda.
Con todo respeto me gustaría que me indicaras cuáles son los vinos que completan ese podio según tu parecer, y por supuesto que vinos ya han causado muesca en tu cinturón de oro.
En definitiva, según tu sabio criterio, qué vinos deberíamos probar antes de morir... de gusto!!! ):
Salud-os!!
Estaría hablando de los Grand Cru Classé
Catados: Cheval Blanc, Ausone, Mouton Rothschild (3 veces) -también el Pavie (2 veces), que subió al podio hace unos años, aunque no figuraba en la clásica de 1855-
Por catar: Latour (hice 1, pero me salió muerto), Margaux, Haut Brion, Lafite Rothschild .
Por supuesto, luego están los Petrus/Le Pin/Lafleur, pero Pomerol siempre ha ido por su cuenta en este tema.
¡Un saludo!
Pues muchísimas gracias Joaquín. A ver si aunque sea una por año nos podemos agenciar algo. Leo 11 vinos (8+3) así que a ver si allá por 2031 lo he podido conseguir también... En fin, ilusión que no falte.
De nuevo te agradezco la información, así nos vamos culturizando un poquito en esos vinazos franceses.
Salud-os!!
En realidad, cuesta ahora la friolera de 494 €. ¡ Caracoles ! No bebes aguachiche en tu copa Riedel. Ahora, hay datos precisos en la casilla. Viticultura biodinámica no reveindicada desde 2010 : el viento sopla en la buena dirección. En 1975, añada con taninos ásperos, fue uno de los pocos vinos que no se secaron : seda pura y tan ligero como una telaraña.
Saludos de parte de un tío con suerte que se casó en Sainte-Foy-la-Grande, cerca de Saint-Emilion / A.
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