Elegantemente Torres

Bonita botella de aspecto clásico y elegante, muy bien diseñada y con historia. Buen corcho largo, serigrafiado con le nombre del vino y el logotipo.

Color rojo granate, le veo algún tono violáceo en el ribete aunque realmente destaca el color rubí. Limpio y brillante. Lágrima ancha y densa que deja impregnada y coloreada la capa. La densidad hace que descienda lágrima en varias tandas, la primera más rápida, el resto más lentas. Capa media, color muy bonito que no refleja la crianza que tiene.

Lleva 40 minutos abierta la botella y al principio me daban notas de frutos rojos y negra madura. Ahora al agitar en copa me dan olores terciarios bastantes finos, a tabaco, aunque a veces me llega madera. También me dan notas especiadas, nuez moscada y balsámicas. La verdad que la juventud que denota en visual no se corresponde con el olor que es bastante complejo y algo evolucionado. Vino muy elegante en nariz. Se nota la frescura y la juventud por momentos, como cuando buscas lo que hay detrás, mezcladas con notas compotadas y balsámicas. Ahora con bastante aireación comienzo a percibir lo bien integrado que está la madera con la fruta.

Entrada límpia, sabrosa. Hace salivar gracias a su acidez algo destacada. El vino en boca no engaña al olfato. Me cuesta decidirme por las notas en boca. Si buscas encuentras de todo. Bastante complejo. En boca entra fruta al principio pero rápidamente da paso a herbáceos y tostados, a salinidad y a un amargor placentero.

En mi opinión hay que tomar este vino con un punto de temperatura más bajo del que en principio pudiera parecer. Unos años en botella lo redondeará.