Vino encerrado en una botella borgoñona, cerrado con un corcho de silicona poroso y que está levemente tintado, vestida con una etiqueta de diseño moderno pero triste.
A la vista un color rojo picota de capa media. Limpio y brillante. Discreta y fina lágrima que se desliza con pereza por el cáliz de la copa a la que tinta. Ribete granatoso.
En nariz frutas rojas en sazón, notas balsámicas y la escasa crianza en madera imperceptible.
En boca está fino, sencillo, con no mucho volumen, agradable, atlántico, con una presente acidez que le va a dar vida. Monte bajo. Correcto paso de boca. Y es largo. Me da una permanencia de 2,00 minutos.
Vino comprado en Lidl y que no volveré a comprar más. ¡Ah!. me desc..... de las puntuaciones que les dan a algunos vinos.
Pues en la contraetiqueta de la bodega, bien claro pone que es de Martín Codax. Igual es que ahora se averguenzan del resultado de lo que contiene y dicen que no saben nada.Si yo fuera ellos iría denunciarlo al Cosejo Regulador y al juzgado por uso indebido de una marca comercial. Saludos desde la Capital del Hojaldre, Torrelavega.
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