Necesita oxigenación y tras ocho años aparece muy cansado

A veces, dejamos ciertos vinos ahí guardados, esperando encontrar el momento, de abrirlo, bien por su potencial, bien por el recuerdo que nos trae. En esta ocasión este magnum aparece cansado y apagado, aunque necesita tiempo para expresarse, su fruta aparece marchita y una boca de baja intensidad y con ligeros desequilibrios. Una pena porque en su día era un buen vino y el tiempo lo ha castigado.

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