Aunque es del interior guarda cierta apariencias de vino mediterráneo y con botella aun por delante.

Cereza de capa alta con ribete granate. Nariz limpia y de carácter frutal con aromas de frutillos del bosque en confitura suave y toquecitos de ciruelas maduras envuelta en mentolados. Hay maderas aromáticas, se percibe la influencia de la variedad syrah con estos toquecitos oscuros y de aceitunas negras, balsámicos y regaliz. Menta y cacao. En boca es rico, sabroso, con una tanicidad del tueste de la barrica que trae recuerdos “ negros “ de regaliz, cacao y café, matices que la botella ha ensamblado muy bien con esa fruta negra del bosque, aunque también dejan cierta sensación de astringencia integrada en el paso. Hay buena acidez y un recorrido sápido, frutal, tánico y un posgusto de similares características que tiende a fundirse en una sensación cremosa, aunque con bastante estructura tánica aún. Está en perfecto estado, aunque es del interior guarda cierta apariencias de vino mediterráneo y con botella aun por delante. Está mucho mejor que cuando salió al mercado, por lo que es un vino con proyección temporal de 15 a 20 años como mínimo de desarrollo de botella. A veces encontramos estos vinos tras años guardados y que nos dan estas gratas y “ oscuras “ sorpresas.

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