Memorable la verdad

Vamos con el tercero de los seis vinos que trajimos a una comida en la que nos juntamos antiguos alumnos del colegio de EGB del 66 (todos recién cincuentones, je,je...). Cada uno fue trayendo el vino que le pareció. Esta botella fue una de mis aportaciones. La abrimos una hora antes de su cata. El tapón se nos partió al igual que la botella de hace dos años y al final tuvimos que decantar. Catamos a 17°C:

VISUAL: Color rojo cereza de capa media con el ribete rubí atejado. Lágrima densa, lenta y abundante (87).

OLFATIVA: En nariz y a copa parada encontramos mucha fruta madura, arándanos y grosella así como marcados recuerdos de guindas en licor. La intensidad brutal, apabullante diría. Al agitar desprende todo un recital aromático: especiados de pimienta negra y canela, herbáceos de monte bajo, pimiento verde, regaliz, de nuevo ese puntito de chucherías de fresa ácida, balsámicos mentolados (after-eight) y terciarios que aportan distintas notas: cuero curtido, chocolate negro, tabaco inglés y un toque mineral muy elegante. Equilibrado bouquet, complejo y de alta intensidad. ¡Chapeau! (94).

GUSTATIVA: En boca es un espectáculo. Ataque correcto, de acidez media-alta pero pura seda al paladar. Amplio, opulento y lácteo, con los taninos pulidos a la perfección, esférico es su mejor definición con un ensamblaje grandioso entre fruta y madera. En el retrogusto nos deleita con notas especiadas, finos recuerdos amaderados, tostados de la barrica, ahumados y un sutil toque mineral arcilloso que provoca una persistencia descomunal, en torno a los 4 minutos. Vino de una enorme amabilidad y elegancia, aristocrático si me permitís el palabro, con mucha personalidad. Dijimos en la cata anterior que pedía botella a gritos, pues bien, dos años después sí está pulido, la botella lo ha mejorado, memorable la verdad, cerca de la perfección. Mis amados Chireles, ¡¡qué pasada Veremeros!! (98).

La RCP excelente, ya comenté que sacamos un buen lote del 94 y 95 por 17 euros la botella (allá por el 2014). ¡Chollo!

El maridaje debía ser una paella de leña con pato, costilla y setas, pero la verdad es que este vino nos lo tomamos casi en su totalidad reposando la paella y con un aperitivo de mejillones al vapor. Exquisito con los mejillones y excelso en general, para bebérselo solo, pero más de una botella, je,je... Gracias Jorge y Lola una vez más por vuestra hospitalidad. A repetirlo en cuanto podamos!!
Salud-os!!

Recomendado por 1 usuario
  1. #1

    Expatriator69

    Fotos:

    • Buena compañía

      Buena compañía

    • La paella

      La paella

    • La botella

      La botella

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