Para completar le comentario añadiré que el restaurante ofrece dos posibilidades, una de ellas la mentada por Juan Such, y la otra es la cena en las mesitas que tiene junto a la barra a base de tapas de alta cocina. A mi esta opción me gusta mucho, la mayoría de las tapas están hechas con gusto y solvencia gastronómica. Recuerdo un maravilloso gazpacho con almejas, un bacalo muy conseguido y un cordero creo que con 8 horas de horno fabuloso.
Ha habilitado una bodega acristalada muy bonita y vistosa donde mantiene referencias muy interesantes. El problema de cenar en estas condiciones es la incomodidad, las mesas son muy pequeñas y se saturan enseguido, afortunadamente el ritmo está bien cuidado y no se agolpan varias tapas enfriandose a la vez en la mesa.
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