Restaurante ubicado en el centro de Portonovo, sin destacar demasiado del resto de restaurantes hasta que te adentras y ves la colección de botellas que adornan paredes y estanterías, entonces ya sabes que vas a disfrutar.
Primeramente tomamos un par de copas de albariño en unas cubas que tiene en la entrada a forma de mesas, acompañadas de unas tapas de rica ensaladilla.
El comedor ocupa el mismo sitio que la barra, las mesas y bancos son de madera, manteles de papel, vajilla y cubertería de lo mas correcto y cristalería Schott de primera calidad.
Para compartir al centro pedimos:
- Berberechos, generosa ración, tamaño medio de los moluscos y de un puro sabor a mar, muy buenos.
- Mejillones al vapor, en la linea de los anteriores, muy buen producto.
- Croquetas de jamón, muy buenas, con una masa muy ligera y llena de tropiezos y un rebozado casi etereo, tipo al panko.
- Ensalada mixta, correcta, con su lechuga, tomate, cebollita, atún, etc... para depurar un poco el organismo.
Hay que hacer mención al pan gallego, porque en casi todos los restaurantes que hemos visitado, la calidad roza un nivel muy alto.
De postres:
- Sopa de chocolate blanco con fresas, rico y refrescante.
- Flan caseiro, uno de los mejores flanes que me he llevado a la boca, denso, muy cremoso y untuoso, gran sabor y con el dulzor justo.
En cuanto al vino, aquí se respira autentica devoción por los vinos gallegos y Miguel es un autentico experto y enamorado de ellos, la carta está muy centrada en ellos, pero también encontramos una buena selección, de espumosos, borgoñas y rieslings a precios realmente ajustados, en esta ocasión optamos por un Viña de Martín Escolma 08 al increíble precio de 26€, un autentico regalazo.
Con los postres tuvo el detalle de invitarnos a un vino dulce Dolç d´Orto Negre una rica garnacha del Montsant.
Terminamos con unos ricos cafés.
Como nos quedó ganas de repetir, quedamos con los amigos Oscar y Alberto Freire para pegarnos un gran homenaje, pero eso ya lo contarán ellos, o eso espero.
He tenído unos magníficos anfitriones que me han marcado un ritmo de visitas a bodegas y restaurantes brutal.
Y para los recuerdos siempre vienen bien una cámara de fotos, no veas como refrescan la memoria, jajaja.
Solo tengo palabras de agradecimiento durante este viaje.
No te creas que salí yo muy lúcido como para hacer una crónica decente ;-) Y eso que la verdad sería interesante contar la experiencia. Esperemos que Óscar tenga recuerdos más claros.
Al final va a tener razón Gastiola... Bueno, intentad recordar un poco entre los tres y elaborar algo, que me interesa, pues me han filtrado que fue algo grande.
La verdad es que la cosa estuvo bien, especialmente en cuanto al tema enológico. Algo ha filtrado ya Sergio en las redes sociales ;-)
Menudo chollazo de precio ese Martin Escolma!!! Y bueno, que os invitaran a ese maravilloso dulce ya ni te cuento.
Enhorabuena por el festival ;-)
Ese día lo pasé bien, pero el sábado por la noche con dos de mis secuaces favoritos fue la leche.
La garnacha estaba rica, me la sacó a ciegas y la confundí con el Olivares y del Escolma que vamos a decir, un Ribeiro de talla mundial.
Este Miguel es un autentico crack.
Gracias majete, tenéis que montar un viaje a Galicia pero ya, creo que son las vacaciones donde mas he disfrutado, ya estoy deseando volver ;-)
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