Me duelo mucho realizar la crítica que voy a hacer, pero hay que ser justos y decir siempre lo que uno piensa.
Visité Neichel uno de los pocos estrellas en Barcelona, que me faltaba, y la decepción ha sido total. Por primera vez me sentí Ramsey o Chicote, el local necesita una reforma inmediata, la decoración, el reparto de las botellas por todo el local el mobiliario etc... no hay por donde cogerlo
En cuánto, los aperitivos cuatro en el mismo plato, el gazpacho en una taza de café... la comida, gazpacho con un montón de tropezones sin sentido alguno, y una espardeñas en medio de una montaña de verduras......
De segundo un atún, partido en dos trozos uno con salsa de pesto y otro con olivada una navaja, un espárrago verde, verdura salteada, en fin un sin sentido, el producto base que era bueno pero se convierte en un mejunje incomible y un cordero, sin comentarios.
Parece que estábamos comiendo en un restaurante de hace 30 años, deberían de aprender que menos es mas, tienen buen producto base pero lo "emborrachan y enmascaran" sin sentido alguno.
El servicio muy justo
Comentámos con la persona con la que comía que daba la sensación de que era un restaurant donde el cocinero estaba apurando sus últimos años antes de la jubilación, pero mi sorpresa fue ver una revista en donde decía que su hijo se había incorporado, lo cual me pareció muy preocupante.
Puede ser que hay ido en un mal día, pero no tengo esa impresión, por la puesta en escena, no necesitan cambiar, necesitan reinventarse, yo estoy muy a favor de la cocina tradicional, pero no se puede incluir en ella todo, y esto no lo es.
Lo de la estrella no merece ni comentario....