Cinco años habían pasado desde que descubrimos el restaurante de Eduardo Quintana y Cristina Cruz, La Bicicleta de Hoznayo (Entrambasaguas - Cantabria) y ya era hora de renovar la experiencia. Desde entonces ha habido algunos cambios importantes, pues desde noviembre del 2017 poseen una estrella Michelin y desde el 2020 también una estrella verde (gastronomía y sostenibilidad) asi como un Sol Repsol desde el 2022.
Pocos cambios en cuanto a la situación, sigue estando ubicado en la misma casona montañesa del siglo XVIII, perfectamente restaurada, con su gran patio ajardinado sino que, ahora si, con un parking para clientes justo a la entrada del restaurante. Nada mas atravesar el umbral de su puerta encuentras a tu izquierda la cocina, a la vista, donde puedes ver cocinar al Chef Eduardo Quintana y a su equipo, y es allí donde se toman actualmente los aperitivos de los menús degustación que detallaré posteriormente.
La cocina de Eduardo Quintana, de raíces vasco cántabras, es una cocina de autor, de Km 0, realizada con productos ecológicos de temporada y de proximidad suministrados por pequeños productores locales y en procedencia de su huerta de 1Ha de superficie situada a 1 Km del restaurante donde, entre otros productos, cultivan sus guisantes lagrima, tomates, plantas aromáticas, frutos rojos, etc... para abastecer el restaurante.
Teniamos reserva a la 20h30 para dos comensales. Tras recibirnos nos situaron en una mesa en el extremo del comedor principal, junto a la que nos dieron en nuestra primera visita y desde la que divisábamos la cocina a la vista. La sala, de ambiente rustico y elegante, minimalista, es luminosa y está decorada con gusto entremezclando la piedra y la madera. Las mesas son grandes, con sillones confortables, bien vestidas con buenos manteles blancos de tela, buena vajilla y cubertería y copas de calidad. El servicio de sala fue muy bueno, profesional, cordial y amable. El servicio de vino fue excepcional, llevado a cabo por la sumiller Leticia Canales, consistió en presentación de diferentes vinos de los que pedí información con consejos y cata incluida y una vez la elección efectuada, descorche de la botella seleccionada, cata y servicio durante toda la cena. Buena carta de vinos.
Tras indicarnos nuestra mesa, una persona del restaurante vino a buscarnos para hacernos visitar en el jardín diferentes bancales que construyeron durante el confinamiento y que son una muestra de los cultivos que realizan en la huerta que poseen en el exterior, fue una visita muy didáctica, interesante y muy amena y donde comenzó en realidad nuestro menú degustación.
Allí entre los bancales tomamos, el primer aperitivo : Kombucha y pepino dulce picante,
y tras la visita nos dirigimos a nuestra mesa, escogimos el vino y poco después nos pidieron que fuésemos a la cocina, donde nos esperaba el Chef y donde sentados en los taburetes frente a la barra, continuamos la verdadera degustación de los aperitivos del menú elegido "La Vuelta" a 105 € (proponen dos menús degustación, uno largo y otro mas corto, que cambian cada mes) :
Entretanto la sumiller nos trajo las copas con el vino seleccionado y seguimos la degustación :
Aromáticas/ pesto / Tomates en conserva/jamón
La Gilda, Anchoa, aceituna, aceite y piparra.
Tortilla de patata en texturas y atún rojo
Bao de costilla, sardina marinada, polvoron de aceite, Kimchi
"Txangurro Roll" Brioche de centollo, holandesa y crujiente
Bocadillo aireado de queso curado y lomo bajo
Pastrami de cordero ahumado, eneldo y estragón
Las fotos de los siguientes platos por imperativos técnicos de Verema aparecerán en el primer comentario
Mixto de lengua, emulsión de encurtidos y queso de Prases.
olvidamos de hacer las fotos de los primeros aperitivos, dada la interesante degustación y conversación con el chef y cuando nos apercibimos ya estábamos delante del Bao de costilla.
Imposible de detallar cada bocado pues este comentario se haría interminable, decir únicamente que todos estuvieron a una gran altura.
Una vez terminados los aperitivos nos acompañaron de nuevo a nuestra mesa y continuamos con nuestro menú,
Entrantes :
Sopa fria de remolacha, vieira y ciruela
Magano de guadañeta, arroz cremoso de careta, lemon grass
Berenjena, presa ibérica, gamba alistada y té rojo
Platos principales
Besugo, pil pil de sus cabezas, jengibre
Vaca de Cantabria en tres texturas
Un verdadero festival, platos muy bien cocinados y de gran nivel. Una cocina divertida con sabores intensos y presentaciones muy originales, que sorprende, llena de creatividad, que hace trabajar a fondo las papillas y está perfectamente elaborada.
El pan, que acompañó esta parte del menú fue bueno.
Como postres tomamos
Hierbaluisa, melocotón rojo asado, hielo de Riesling
Babá al ron, frutos rojos, helado de laurel
Un agradable final dulce y refrescante.
Para beber tomamos una botella de agua grande y una botella de vino blanco fermentado en barrica Valenciso 2020 DOC Rioja. Bodega Valenciso. Cepajes 70% Viura y 30% Garnacha blanca. "Vendimia manual. Viñedos muy viejos, cuidados de forma sostenible en la Rioja Alta. Tras ser transportada hasta la bodega, la uva de fermenta en barricas de roble procedentes del Cáucaso. En estos mismos recipientes el vino reposa durante nueve meses antes de ser embotellado y comercializado". Es un vino con mucha personalidad, fresco, complejo, moderno y elegante con un largo final. Se bebe muy bien. Nos gustó
Finalizamos con dos buenos cafés y unos deliciosos petits- fours incluidos en el menú : Macaron de hierbas montunas, Marshmallow tropical, Madeleine con pistacho y albaricoque, Pasta choux de crema diplomat.
La cuenta ascendió a 130,45 €/persona. Buena RCP. Excelente cocina creativa de autor, que no puede dejar a nadie indiferente. Quisiera además hacer hincapié en la sencillez, la empatia, la simpatía y la profesionalidad de todo el personal que nos hizo sentir muy a gusto. Como habréis podido comprender nos gustó muchísimo. Ha efectuado una gran evolución desde nuestra visita del 2017. Evidentemente volveremos a visitarles. Muy recomendable.