De muy grata sorpresa puedo calificar nuestra experiencia en Quinoa. Restaurant sin pretensiones en un local sin nada de especial y un servicio correcto aunque alguna camarera debería ser algo más simpática y agaradar al cliente.
Ahora bien, lo de verdad importante, es realmente merecedor de todo elogio: una cocina creativa con productos buenísimos que ya quisiera algún "estrellado" Michelin (por ejemplo, un mini helado de pà amb tomàquet sensacional, unas gambas al ajillo con espuma de alcachofa servidas en un "plato" de lo más original,, etc., etc.). Todo ello forma parte de un menú degustación de temporada al precio de 36 Euros vino no incluido (debo destcar que tienen una política de promoción de los vinos de la tierra en la que la primera botella la cobran a precio de coste), con lo que la relación calidad/precio es realmente excelente.
Sin duda alguna un referente de la comarca que justifica el desplazamiento solo para disfrutar de la cociona de un joven chef con mucha calidad y valiente.