Estuve un dia que era puente en Madrid y la sala estaba al 60%, pedimos el

Estuve un dia que era puente en Madrid y la sala estaba al 60%, pedimos el menú del medio de los tres que tienen, me gustó el carro de los aceites y el pan aunque de los que tenían los conocía todos, quizá seria deberían trbajar un poco mas este tema y sorprender al cliente. El menú en general me pareció correcto con cantidad suficiente de comida teniendo en cuenta que todo lo que ponen llena. Nosotros íbamos con referencia y además del menú tradicional con pusieron unos macarrones que habían encargado con trufa que puedo calificarlos como " gloriosos", el resto ni mas ni menos de lo que esperaba bien elborado y con materia prima muy correcta, quizá me decepcionó el arroz con leche en tres texturas que no sabía a nada en cambio las golosinas del café perfectas.
La carta de vinos para el restaurante que es es escasa, tomamos Aurus, bien de temperatura y su servicio muy correcto, lo de tener vinos de 8.500 € en la carta me parece solamente una pijada y un esnobismo pero bueno ya se sabe hay gente para todo...
El servicio correcto ibamos con un bebe y se mostraron muy atentos y agradables, esperaré un tiempo pero volveré seguro, quizá es una estética más catalana que de Madrid, sobretodo choca cuando vas a los baños del hotel, el contraste es muy fuerte.