A veces uno siente curisosidad de si será verdad de lo que hablan las massas populares y decide comprobarlo personalmente,e ste fue el caso.
Después de ver dos comentarios positivos seguidos, cosa que nunca he visto, me adentre en un nuevo mundo, el de las carnes, que sólo había descubierto en CalDeni, muy buen restaurante al que si comí carne de verdad y salí satisfecho.
Me adentré en esa espécies de cueva moderna, un poco incómoda a mi gusto, y decidí probar el mito de las carnes en primera persona.
Unas croquetas, un poco frías de dentro, unos macarrones, me quedo con los de Vivanda, un Steak tartare, bién, pero se queda en eso, carne cortada a cuchillo aliñada, por cierto el cuchillo aquel día no estaba bién afilado ya que había cada trozo más grande.... y un buen chuletón.
Para beber vino a copas de vino y agua.
La verdad es que me pareció muy normal, nada de uauuuuuuuuuu como opina mucha gente, un restaurante correcto donde acudir cuandos e tiene afan de comer carne, nada más, el trato del servicio muy frío, algún toque de mala educación.
Mucho ruido y pocas nueces, mucho snobismo, no hace falta esos puntos exagerados de snobismo para comerse carne , el precio un poco caro.