Sábado noche

Volvimos este sábado a La Forqueta. Cena para cuatro. El local, ya se ha comentado anteriormente, está por debajo del nivel de la comida, ambiente un poco ruidoso, no es como dicen, un bar de pueblo, pero necesita un ‘lavado de cara’. Nos colocan en una mesa redonda con bastante separación entre nosotros, masa, cubertería y vajilla más que correctas. Nos atienden estupendamente, pedimos cuatro Estrella Damm y una botella de agua.
Para comer, el menú cerrado consta de ocho platos, a saber…
• Milhojas de foie con mango y caramelo de cebolla (muy bueno)
• Ensalada de bacalao ahumado con tomate seco, cherry y pimientos del piquillo (buena)
• Campiñón frito con salsa tártara (muy bueno)
• Bolsita de hojadre con bechamel y mejillones, con recula y salsa romesco (bueno)
• Lomo de bacalao confitado sobre lecho de espinacas y graten de muselina (un poco frío)
• Brocheta de solomillo con salsa de setas (muy bueno)
• Paletilla de cordero "la forqueta" (buenísimo)
Nos lo acabamos todo, pero se hace un pelín cuesta arriba cuando llega el cordero. Aún así no nos dejamos nada. Cambio de platos y cubiertos en tres ocasiones. Atención muy amable. Pan bueno y calentito.
Para beber, nos hacen llegar la carta, curioso, es un libro en el que cada hoja contiene un vino, con su foto, comentario sobre él y su precio, escogemos Fillaboa servido en cubitera y Mestizaje (que le faltaba bajar un poquito de temperatura). Mejoró el servicio del vino con respecto a nuestra anterior visita.
De postre Brownie de chocolate con vainilla y helado de fruta de la pasión (estupendo).
Cafés e infusiones y nos obsequiaron con un digestivo.
Muy buen trato, salimos muy contentos. Un saludo y volveremos.