Buena paella, buen sitio

Empujados por los comentarios de verema, acudimos el sabado pasado a probar la paella de El Famos, mi mujer mi suegro y yo. El local esta metido (aunque ya por poco) dentro de la horta nord y, a pesar de lo leido, no estan dificil de encontrar, eso si, aparcar es otra cosa!

Por fuera el local no adelanta lo que te vas a encontrar al entrar. En la parte exterior, tiene tres mesas que supongo que solo usaran en epocas de buen tiempo (ni mucho frio, ni mucho sol) o cuando tengan lleno el interior; al local se accede por una zona estrecha con grandes ventanales donde también tienen varias mesas pequeñas, una vez dentro te encuentras con una barra a la derecha y un gran salón a la izquierda decorado por multitud de cuadros (según he leido algunos pintados por el propietario y otros adquiridos a lo largo del tiempo). La decoración, además de los cuadros es tradicional, pues se trata de una "casa" de la huerta arreglada, los manteles son de papel pero con servilletas de tela a juego con el bajo mantel que tienen los tipicos cuadros blancos y rojos.

En cuanto a la comida, ofrece comida típica valenciana: esgarraet, bravas, calamar, tellinas,... de entrantes y arroces de todos los tipos (estos siempre por encargo para poder elaborarlos a la leña. Nosotros tomamos:

- Calamar a la romana --> En su punto, nada aceitoso y se notaba que el producto era de calidad.

- Tellinas --> También muy buenas de sabor y de un tamaño enorme (de las mas grandes que he tomado por ahí). El único "pero" es que le faltaban algo de lavado, porque aun se notaba algo de arena.

- Paella Valenciana con romero y caracoles --> Los "extras" los pedimos nosotros al encargar la paella (también nos ofrecieron poner alcachofas, pero esta vez no nos apetecian); el arroz estaba en su punto, de sabor buenisimo (ún poco pasado de sal, pero a nosotros nos gusta así, aunque habrá gente que lo hubiera encontrado demasiado salado) y las raciones eran del tamño justo (abundantes pero sin pasarse.

- De postre tomamos un flan de queso y dos cremas catalanas y todos estaban exquisitos.

De beber tomamos una jarra grande de cerveza (mi suegro no es muy "vinicola"), una caña, un tinto de verano y dos botellas de agua. Además de todo lo anterior, dos cafes, un te y una copa de coñac.

El servicio fue cercano pero sin pasarse, agil y muy atento.

La verdad es que la comida fue soberbia, el precio quizá un poquito elevado, pero compensa con la calidad y la buena ejecución de los platos.

*El precio realmente pagado fue de 25 €/pax pero al llegar a casa vimos que no habían cobrado los postres así que le he añadido 4,5€ por cada uno.