Una buena opción en Zaragoza

Nos encontramos ante un restaurante excepcinalmente situado, a escasos metros de una de las arterias sociales de Zaragoza, y de los referentes comerciales de la ciudad, lo que facilita mucho, el poder acudir al mismo, ya que una vez terminada la velada (o antes de la misma), te permite disfrutar de lso alrededores, ya sea para hacer unas compras, o para poder tomarte una café o copa, en cualquiera de las terrazas o locales de la zona.

El restaurante propiamente dicho se muestra impolutamente vestido de blanco, contrastando puntualemnte con elementos en negro que realza el carácter minimalista de la decoración, las mesas son amplias, suficientemente distanciadas, y con cubertería, cristalería, vajilla y elementos varios, bien escogidos. De la sala llama particularmente la atención la cocina semivista a través de un mostrador, que además permite (a los curiososo como yo) saber un poco más lo que se cuece en el interior de las mismas, y como se trabaja y organiza la misma, más aun si cabe que las últimamente más comunes cocinas acristaladas.

De la carta, en un principio parece haberse apostado por la sobriedad, dando prioridad al producto desde un punto más tradicional, dejando filtrar elementos más modernos, pero sin que se apodere de su naturaleza clásica. Entre los primeros platos podemos encontrar raviolis de longaniza de Graus, Ensalada de pasta y langostinos, jamón, mi-cuit ... con casi todos los platos oscilando desde los 8-9 hasta los 12-14. Los segundos platos, siguen la misma línea que los primeros, tanto en precios comedidos como en concepto, moviéndose la mayoría en torno a los 15 los platos más asequibles, a los 22-24 los más caros, y entre los que podemos encontrar, sapito al horno, cocochas de bacalao o ternera de wagyu.

De lo que pudimos degustar:
Aperitivo por cuenta de la casa, a base de espuma de coliflor con semillas de amapola, que eno estaba nada mal, de hecho hasta mi mujer le gustó, que no soporta ni cocinar la coliflor.
Primero a base de croqueta de gallina trufada (2 € c/u) que estaba muy rica, muy bien "trufada"., y Témpura de verduras y langostinos (9 y pico €), que no hace falta explicar, bien preparada y en ración más que generosa.
Los segundos consistieron en un Magret de pato con manzana asada y salsa de ¿frambuesas? (la memoria ya me falla) (rondando los 14 €), el cual debido al estado de mi mujer, tuvo que ser cocinado más de lo recomendable, por lo que pudo verse alterado su punto óptimo, bien aun así, y Rabo de toro glaseado con vino tinto, muy bueno y muy bien presentado, y para mi gusto lo mejor de la cena (alrededor de 16 €), servido sobre un fondo de puré/crema de patata, y la propia salsa, y adornado con un "pañuelito" a lo Susi Díaz. Como postre una Espuma de Yogurt con helado (y gelatina) de mandarina (4,5 €) a compartir, que no desmereció la comida, junto con los cafés sirvieron cortesía de la casa, una espuma de tarta de manzana, que también estuvo bien, y siempre es de agradecer (además de permitirme "rematar" la botella de Moscatel Coto de Hayas), total con un carajillo de Bayleys: no llegó a 68 € de dos personas, lo que me parece un precio ajustado y correcto.

Servicio amable y atento en todo momento, carta de vinos, si bien la encontré un poco corta, sí que la consideré bien elegida, tratando de distanciarse de las marcas más comerciales y habituales, y buscando la buena RCP, precio adecuados (si no me equivoco, rondando los 4-5 € de descorche), además de tener la posibilidad de pedir vinos (un par de opciones) por copas, que siempre es de agradecer.

Como titulo, una buena opción, además de disponer, de unas mesitas altas en la entrada para degustar alguno de sus platos y otras tapas, de forma más informal, y que no pienso tardar en probar, otra cosa interesante es que dispone de un menú de temporada por 24 € (bodega no incluída).

Nota de puntuación: si bien, puntúo con 5's y 7's, creo que su valoración sería en todos sus apartados de 6.

  1. #1

    Latrufa

    Muy buena valoración Lair.
    Gracias.

  2. #2

    G-M.

    Buena crítica, qué gusto leerla.
    Esos "Raviolis de longaniza de Graus"... me llaman (a un maño ejercente y emigrante como yo, estas cosas....). Por cierto, en el Bole, hacen algo parecido, pero canelones ¿no?
    Saludos cordiales

  3. #3

    Nacho_G.F.

    Cierto, buena valoración y un precio excepcional por lo que cuentas.

  4. #4

    lair75

    Lo cierto es que no es caro, o por lo menos tiene una carta variada en precios, que siempre ayuda en el caso de que se vaya un poco más apretado a fin de mes, y te permite elegir platos más asequibles.

    G-M, juraría ue los entrantes coinciden si no todos, la gran mayoría, incluídos los raviolis, o por lo menos las veces que he estado yo (la última hará algo así como año y medio) eran raviolis (los segundo es lo qeu no recuerdo y no tengo ni idea). A mí personalmente me gustó bastante más que el Bolé, mucho más restaurante, más íntimo, más acogedor, el Bolé, me gusta más como buen lugar de tapeo donde poder tomar algún vino fuera de los habituales, con tapas y raciones bien elaboradas, pero el restaurante no me gusta tanto, demasiado bullicio proveniente del bar, me resulta incómodo que en un restaurante así se compartan servicios, y las mesas sean objeto de inspacción cada vez que alguien hace uso de él, no me siento a gusto, lo que en otros bares/restaurantes no me importa, en este tipo de restauración creo que se debería evitar en la medida de lo posible.

    Gracias a todos.

  5. #5

    G-M.

    Totalmente de acuerdo contigo en el restaurante que citas.
    En ese sentido fue mi valoración: muy bien el tapeo en barra, soberbio, no tanto el restaurante.
    Pero continuando con este de La Scala, habrá que probarlo. La próxima vez que vaya a Zirigoza... Se me acumula el trabajo, pero esos Raviolis con longaniza de Graus... me llaman.

  6. #6

    Latrufa

    Dile al jefe del establecimiento que te dé a probar el vino que elabora él, lleva garnachica, así que supongo que no te importará mucho.
    Saludos.

  7. #7

    lair75

    Latrufa (esta vez sí que lo he escrito bien :D ), ése mismo es el que probé por copas, y lo cierto es que no estaba mal, y a un precio asequible 12€ la botella (3€ y pico la copa).
    Creo que todas las veces qeu he ido al Bolé, no han faltado los raviolis en la mesa, esta vez había que cambiar un pelín. :D

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