Al menos pudiste comer bastante bien tras el cierre del otro restaurante, es increíble la falta de educación que tuvieron.
Saludos
Tras un fallido intento en otro local cercano (cerrado por traspaso sin avisar) se plantea mirar al banquillo cercano y elegir: la decisión fue cambio de planteamiento de partido y nos vamos a producto y nos dirigimos a este local cuyo punto fuerte son los asados y en especial el lechazo.
El local no destaca por su decoración, mesas, cubiertos, emplatados. Basta ver la carta de comidas para ver que aquí se viene a por producto y para ello tiene un buen menú de degustación (mínimo dos personas, por 37€) teniendo que elegir 3 de 5 entrantes, y un principal que consiste en cuarto de lechazo de Aranda del Duero acompañado de ensalada vegetal y patatas; postre a elegir con vino incluido, un Legaris roble 2016 correcto y básico, más los cafés finales. Previamente habíamos tomado dos cañas de cerveza de barril bien fresquitas.
Otra opción sería ir a la carta y ahí te encuentras con una buena cantidad de entrantes frios y calientes, huevos y revueltos, ensaladas, varias carnes y menos en la zona de pesacdos y arroces, amén de variedad de postres; llama la atención que figuran en carta las salsas y acompañamientos con su precio extra referenciado.
Los entrantes elegidos fueron:
. anchoas del Cantábrico: buena pareja de filetes sobre una base de aceite y salsa que invita a mojar pan (era un pan bastante básico).
. croquetas de ibéricos: correcto de sabor, sin nada destacable.
. morcilla de Burgos: dos piezas de buen proudcto con punto justo de plancha
Los postres elegidos, uno para cada uno de nosotros dos:
. tocino de cielo: bueno, con punto dulce suficiente. Muy correcto.
. torrija de horchata: bien de sabor y ración con un innecesario chorreo de caramelo líquido que no sólo no suma, sino que resta presencia y sabor.
Destacable el lechazo de tierno, perfecto de cocción y sabor fino. Recomendable.
Local que cumple sin defectos y que tiene un aceite Belmonte suave, y un embotellado de vino riojano propio, Labraz.
Al menos pudiste comer bastante bien tras el cierre del otro restaurante, es increíble la falta de educación que tuvieron.
Saludos
Tampoco cuesta tanto una llamada para anular las reservas porque tu les reservas a ellos, no a las que no conoces nuevos.
Saludos
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