Buena opción en Cambados

Restaurante ubicado en el centro de la villa. Unas pocas mesas con buena separación, bien vestidas, copas schott, iluminación correcta. Ofrecen una opción en la que se eligen 2 primeros (de unos 10 disponibles), un segundo y un postre de la carta, por 42€. Además tienen un menú degustación unos 6 platos+2 postres por 50€. 2 comensales, elegimos la primera opción. Hay que decir que del servicio de sala se ocupa una única camarera, atenta, amable y eficaz, en nuestro caso (3 mesas ocupadas) fue suficiente pero como apuntan en otros comentarios quizas es algo escaso con la sala llena.

-Para empezar como aperitivo un coctel de Abariño en dos texturas, muy rico y refrescante. Pan artesano con un buen aceite de oliva para acompañar.
-Seguimos con los 4 primeros platos:
Dúo de foie-gras, uno con queso de Arzúa y otro con compota de calabaza caramelizada, ambos muy conseguidos.
Consomé de pescado con raviolis de centollo y huevas, el caldo muy nítido y con un profundo sabor a marisco y pescado, los raviolis finísimos.
Coca de verduritas con sardina ahumada al carbón, muy sabrosos los filetes de sardina.
Huevo de corral con setas variadas sobre una crema de hongos. Rico.

- Los platos principales fueron:
Cabrito a baja temperatura sobre lecho de patata, soberbio por su sabor y textura melosa.
Rabo de buey con puré de patata y trufa. Contundente y muy sabroso.
- Los postres fueron un bizcocho líquido de chocolate con helado y una imperial de chocolate con helado de café y canutillo relleno de citronella, ambos muy muy buenos. Cafes y pinchitos de fruta fresca y trufas de chocolate a modo de petit fours.

La comida, en general, rayó a un altísimo nivel. El tema del vino merece un comentario aparte:
El restaurante NO dispone de carta de vinos ni de sumiller; a un lado del comedor se instala una vitrina-bodega de unos 3 metros cuadrados, debidamente climatizada, en la que hay una correcta selección de vinos tintos y blancos (ambos a la misma temperatura, a unos 13º C.) con predominio de riojas, riberas del duero y Denominaciones gallegas (Rías Baixas, Ribeira Sacra...). Todos los vinos etiquetados con su respectiva descripción, añada, varietales, D.O., crianza y nota de cata. El cliente entra en la mini bodega y elige el vino deseado; la verdad es que uno se puede pasar unos cuantos minutos curioseando entre las botellas. Este sistema tiene sus pros y sus contras: Para alguien medianamente entendido en vinos es un placer curiosear y elegir el vino pero un neófito puede encontrarse un tanto perdido al no tener a alguien al lado que pueda aconsejarle, segun gustos o platos elegidos. La figura del sumiller o en su defecto un jefe de sala o camarero entendido en vinos también se echa en falta a la hora de confeccionar una opción de maridaje de vinos según cada menú. Al final, para alguien poco entendido en vino, la elección del mismo seguramente se guiará por el precio de los mismos o por referencias ya conocidas. En nuestro caso, la elección fue un Algueira crianza 2007, un tinto gallego de la ribeira sacra con 18 meses de barrica, con buena nariz de fruta negra madura, elegante en boca, algo envejecido, con madera bien ensamblada, un poco justo de acidez y un buen final, un vino muy señor (28€), servido a temperatura correcta, en copas Scott, con descorche, y primer servicio.

El precio total para dos personas, incluyendo el vino y una botella de agua fue de 125€.
En resumen, un restaurante con una merecida estrella michelín aunque el tema del vino quizas podría mejorarse con una carta y alguien que pueda aconsejar de palabra. En todo caso, la RCP de este local es de las mejores para un restarante de esta categoría, sin duda una muy buena opción en la zona de las Rías Baixas.

Recomendado por 2 usuarios
  1. #1

    Gzopilote

    Estuve el pasado marzo y coincido plenamente con que la comida está fenomenal (y con una excelente relación calidad-precio). Sin embargo, en cuanto al tema del vino, a mi me encantó el tema de la bodega y sí que me asesoraron perfectamente en el vino, ya que no soy muy conocedor de los tintos gallegos actuales y era lo que quería tomar. El vino que tomamos (de Ribeira Sacra-no recuerdo la marca-) que nos eligieron estuvo fenomenal y bien de precio.

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