Ayer el centro de Madrid estaba lleno de gente. Claro, son las fiestas navideñas. Buscaba un sitio para comer que fuera bueno y que no estuviera atestado, y oh!! sorpresa descubrimos la Gastroteca de Santiago.
No es un restaurante recién abierto, llevan en funcionamiento 13 años y disponen de un local pequeño, pero bien aprovechado. La carta es corta y ofrecen todos los días algunos platos fuera de carta muy atrayentes.
Nos pusieron un rico aperitivo de pate con unos panecillos muy ricos, y comimos dos platos buenísimos: Alcachofas rellenas de brandada de bacalao y en una salsa muy rica, y escabeche de conejo con cebolla caramelizada. De postre, lingote de chocolate relleno de crema de vainilla y café, muy rico.
La oferta de vinos por copas es muy buena, el pan lo elaboran ellos mismos, tienen de dos tipos y ambos estaban muy buenos y la atención, de primera. Resumiendo, nos gusto mucho, un buen descubrimiento.
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