Seguimos en el país basto

Siguen igual, con mucho público y seguro que ganando dinero.

El servicio sigue siendo inexistente.

Les da igual….tu te coges los cubiertos, las copas, los pinchos… y pobre de ti que preguntes por algún refresco…

 

Tienen, eso sí, cerveza sin alcohol, porque a pesar de ser sin alcohol continua siendo cerveza y en su religión, en la de ellos, yo en euzkadi he bebido de todo en los garitos a los que copian esta gente, eso se acepta….

 

Tener algún refresco les llevaría a la excomunión y les quitaría ese sello de autèntico tan guapo que tienen….

 

Delante nuestro, un hombre le pregunta a uno de los chicos de detrás de la barra sobre los cubiertos, y el resultado es un “allí, los cajones”, señalando con la mirada un cuarto ….

El hombre va, vuelve….es que los cajones…no sé…debajo…es lo de debajo… claro que los cajones tienen como tiradores unos como tacos de madera que no sabes si es decoración o qué… con lo que se complica la cosa…. Lo peor la cara del de la barra…cansado, aburrido de explicarlo….

 

Porque este lugar de comidas tiene sus propios diez mandamientos y uno de ellos es tener claro que respetarás al del bar, entendiendo por respetar el acto de sumisión que hay que hacer ante las clásicas dudas que puedas tener…

 

La comida, eso sí, muy buena.

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