Cena el sábado para 4 personas. Local practicamente vacío. Nos reciben y sientan donde nos apetezca, pues es posible y lo hacemos en la terraza. Nos dan la biebvenida y nos ponen el famoso chorizo de Zamora con picos. El camarero que nos atendió, que no sé su nombre, de lo mejorcito. Atento, educado, explicativo, escucha, comenta ... Nos trajeron la carta de vinos que pedimos para ver qué pedíamos, pero la carta de la comida tardó bastante en llegar. Tras las explicaciones pedimos de entrante una ración de tomate que nos explicaron y los famosos huevos del padre. Muy bueno, sinceramente. Pensaba que los huevos serían como en todas partes, una ración al centro, y me sorprendió las raciones individuales. Muy buena la cebolla pochada. De segundos fueron una hamburguesa de pluma, una berenjena con merluza, un entrecot de vaca vieja y una lubina. Todo muy bueno. Quizás la lubina le faltaba algo más de gracia. El acompañamiento de la verdura estaba quizás un poco duro y frio para la lubina. De vino pedimos un Soto del Torreon, que es el vino que tienen junto con otros socios y que nos estuvieron explicando. Es como poner el National Geographic. Alucinante. Como un cuenta cuentos, (sin ánimo de ofender, todo lo contrario). Le pondría una silla con nosotros y que nos estuviera toda la cena contando cosas. Tantoel sumiller como el camarero que nos atendió. Te cuenta la historia del restaurante, de los hermanos, de él, etc etc, sin ser pesado y agobio.
De postre una tarta de queso que hace el camarero que nos tocó. Dos cafes y un Gin y un whisky. La ginebra un espectáculo. Con su manzana cortadita, etc.
Cosas a mejorar: La luz demasiado baja. El pan hay que mejorarlo. Estaba duro y no tenía mucho sabor. supongo que por la hora y la época. Otra cosa que me fastidia mucho es cuando pides un cafe y te lo traen ya preparado. El cortado me gusta con muy poca leche.
Al final todo salió por 138 euros. Volveré seguro y lo recomendaré seguro.
Si estuviera situado en otra parte sería mucho más espectacular. pero llega un momento en la noche que solo ves pasar colegas a la discoteca y botellón.