Un ambiente muy agradable, la comida correcta en cantidades, sorprendente en la presentación, deliciosa en el sabor!! y el servicio excelente! Lugares así quedan muy pocos en Barcelona. La simpatía, ni fingida ni forzada, es de agradecer. Eso sí, el espacio es muy reducido, por lo que se presenta como un lugar acogedor pero difícil de encontrar mesa si no has reservado. A destacar los platos de fois! En el vino nos dejamos aconsejar, y las dos veces que estuve, acertó. Una nota curiosa para el lugar es que no sabes qué pagas "exactamente" para cada plato o para el vino... Al salir, pides la cuenta en la barra, Lucio la hace, te dice el número, pagas y te vas. El hecho de que no preguntas más es porque ya ves que lo que pagas, ¡es justo!
Esto tiene una solución muy facil cuando te cantan la carta: ¿me dice los precios, por favor? o si quieren jugar a las sorpresas les propones otro juego: no me digan los precios, pero me dejan pedir el primer plato, 2º, postre y vino que quiera por 45 € precio fijo, vale?.
Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.