No son pocas las veces que hemos comido o cenado en esta bodega, pues está muy cerca de casa y de vez en cuando echamos mano de su oferta. Si lo seguimos haciendo es por su oferta de vinos y por algunas de sus raciones. Por lo demás, sigue estando de bote en bote, a pesar de que su terraza sigue creciendo en capacidad en demasía y que el servicio se sigue resintiendo (en alguna ocasión y en la terraza, desesperantemente lento y con errores). Esta vez y por si las moscas, reservamos en el comedor interior anexo.
Buen servicio por parte del camarero y del atentísimo sumiller Manuel. Invitaron a chupitos en la sobremesa.
Cena informal (raciones a compartir) para 6 personas:
- 1 y 1/2 de croquetas caseras: Surtido de 18 unidades de cabrales, jamón y bacalao. Sigue siendo buena la fritura pero la masa se me hace un pelín pesada. En cualquier caso son más que aceptables.
- 1 y 1/2 de berenjenas con salmorejo: Este plato sin embargo no falla. Buenas rodajas de berenjena con cubierta crujientita. Le va de maravilla la base de salmorejo, aunque esa noche un poco "light".
- 1 y 1/2 de patatas de la abuela: Generosa ración pero a mi no me convencieron las patatas. Menos mal que los huevos fritos sin que estaban en su punto.
- 1 de chorizo al vino: Un clásico que no debería de fallar. Para mí, demasiado duro y fuerte; cuestión de gustos, pero no.
- 1 de solomillos al foie: Solomillitos de cerdo ibérico con un poco de foie a la plancha por encima. Sencillo y bien preparado.
- 2 raciones de leche frita: Solo debo decir que se debieron de devolver.
Menos mal que en esta casa se sigue insistiendo con la oferta de vinos. La pena es que la carta no la actualizan y hay que estar al quite con Manuel, pues suelen tener novedades. Nos decantamos por vinos de Madrid: El Hombre Bala 2013 (20.50€) y La Bruja Avería 2013 (19.50€), ambos servidos en copas correctas y a temperatura adecuada. Por supuesto cambiaron copas entre los dos servicios.
Precio total: 130.90€ (inc. IVA, pan y servicio a 1.50€, las dos botellas de vino, dos refrescos y dos botellas de litro de agua a 2.20€).
Nota: El precio por persona indicado es lo que estimo que costaría comer en este local con IVA y servicio incluidos y sin bebidas.
Sí, quizás no he sabido expresar lo que nos pasa con esta taberna. Cuando hemos ido a su barra y hemos tapeado algo sobre ella, hemos salido más contentos que cuando nos sentamos en su terraza o en su comedor anexo. El encanto se pierde por completo. Cuando hemos ido y hemos picado algo muy informalmente, no he puesto reseña; sin embargo cuando hemos "cenado" con mantel y esas cosas sí que lo he hecho un par de veces.
A propósito, que en el servicio del vino me he colado y le puesto un simple "correcto" y no se lo merece. Voy a ver si lo cambian.
Saludos presi
El lugar tiene su encanto, pero no tengo claro que volviera a comer allí. Eso sí, un par de tapas y unos vinos y no me lo pienso ;-)
Luis, de Madrid te tiran hasta sus vinos, jeje.
Yo creo que ha quedado "anclado" en el pasado. No renueva nada y aunque la comida es correcta, no impresiona. Las croquetas son las de siempre y todo es lo de siempre... El ultimo año lo he visitado unas cuantas veces pero para tomar el vermu el fin de semana (buen vermu de grifo con clasica tapita madrileña de patatas fritas y boquerones o ensaladilla) y para tomar un vino por la tarde antes que se empiece a llenar el local. Pero creo que seguira llenando porque mal no está y el local tiene su encanto. Saludos
Aunque soy madrileño, no me siento especialmente madrileño (mitad castellano, mitad andaluz). No soy de los que defienden el foro a capa y espada. Pero bueno, algo tira tú ciudad, aunque poquito.
En cuanto a lo de los vinos, ibamos con unos amiguetes que poco más que riojas y riberas. Quise sorprenderles con algún vino de la tierra y gustaron, claro que sí. Son sencillos pero muy agradables de beber.
Saludos
Sí, parece que estamos alineados. Nos gusta más estar de paso y tomar algo que sentarnos. Como ya le he dicho a G.M:, salgo más contento de la barra que sentado.
Alucinante como siempre está a tope, y El Rosario casi siempre vacío; una pena el bajón de este último.
Saludos
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